La gran respuesta del gobierno se ha concentrado principalmente alrededor de la costa de la ciudad de Palu, azotada por el tsunami, y en Petobo, al sur, que se vio afectada por la licuefacción (un fenómeno en el que el suelo pierde su fuerza o densidad y se convierte en lodo, causando deslizamientos de tierra). Por lo tanto, en colaboración con el Ministerio de Salud, hemos concentrado nuestros esfuerzos en áreas rurales más remotas alrededor del subdistrito Dolo Sur, en Sigi, y a lo largo de la costa oeste del distrito de Donggala, que es hogar de más de 50.000 personas.
«Seguimos viendo a pacientes con fracturas cerradas debido al impacto del terremoto», explica el Dr. Rangi Wirantika. «Hemos estado trabajando estrechamente con las agencias de salud, y nuestra clínica móvil viaja todos los días para brindar servicios de salud a estos pacientes».
Asistencia médica básica
A medida que los servicios en la ciudad de Palu se reanudan lentamente (las tiendas y restaurantes comienzan a abrir otra vez, se está restableciendo la electricidad y todos los hospitales funcionan), ahora la principal prioridad es brindar apoyo a los centros de salud en estas áreas remotas, para ayudarlos a reanudar las actividades básicas de atención médica y garantizar la prevención de epidemias como diarreas, enfermedades de la piel y sarampión.
En estos primeros días nuestro equipo, trabajando con la comunidad local, logró acceder a los suministros médicos en una clínica dañada, y éstos fueron transferidos a una casa vecina para reiniciar las consultas médicas y la distribución de medicamentos.
El reinicio de las vacunaciones de rutina, la recopilación de datos y la vigilancia epidemiológica de diferentes enfermedades también formarán parte del apoyo que brindamos. Dos psicólogos locales se unirán al equipo para brindar atención de salud mental al personal médico local y a las personas en estas áreas remotas.
Agua segura
Se instalarán estructuras temporales para realizar consultas y brindar servicios de maternidad, y para garantizar el acceso a agua potable.
«Las comunidades afectadas tienen un acceso limitado al agua potable, que es importante para reducir el riesgo de posibles epidemias. En algunas áreas, la gente tiene que caminar hasta dos kilómetros solo para conseguir agua», explica el especialista en agua y saneamiento, Timothius SP Benu.
Por esta razón, el objetivo principal en las comunidades es garantizar que la población tenga acceso a agua potable, y esto se logrará reparando o limpiando las fuentes existentes (como las bombas manuales o los pozos) o con soluciones temporales como la instalación de tanques de agua y sistemas de tratamiento de agua.
Mientras realizan estas actividades, los integrantes de nuestro equipo seguirán evaluando las necesidades en las áreas circundantes y responderán de acuerdo a las mismas.