El doctor Théo ha realizado innumerables intervenciones con el grupo de emergencia de Médicos Sin Fronteras (MSF) Congo en las zonas más remotas del país. Es un hombre con experiencia, ha visto todo tipo de epidemias: sarampión, cólera, fiebre amarilla… pero esta es su primera intervención contra el Ébola.
«Es interesante ser un novato nuevamente después de todos estos años de experiencia. Pero estoy aprendiendo mucho aquí».
Théo, fuera de la zona de alto riesgo, le cuenta a una enfermera la condición de los pacientes que ha examinado. Para limitar el riesgo de contaminación, no llevan sus cuadernos y bolígrafos fuera de la zona de alto riesgo. Para poder llevar un control ordenado los leen en voz alta y una enfermera, a una distancia segura fuera del recinto, escribe todo.
Magloire es el encargado de limpiar los guantes y las botas de goma. En un día limpia alrededor de 80 pares de cada prenda.
Georgie forma parte del Centro de Tratamiento de Ébola en Mangina desde que lo abrimos. Después de un entrenamiento, comenzó a trabajar como higienista.
Ilsorar plancha más de 100 pantalones durante su jornada.
Seraphine es una enfermera de Médicos Sin Fronteras (MSF) que se está preparando, junto con sus colegas, para ingresar a la zona de alto riesgo del Centro de Tratamiento del Ébola (CTE). Ella es de la región de Kivu del Norte, donde se encuentra el Ébola actualmente, y ha trabajado varios años para MSF. A principios de este año tuvo su primera experiencia con el Ébola durante la epidemia en la provincia de Ecuador.
«Durante la primera intervención, realmente tenía miedo de contagiarme», dice. «Por la noche estaba todo el tiempo pensando en lo que había tocado ese día en la zona de alto riesgo del CTE, preocupada de que pudiera contraer el Ébola. ¡Ahora estoy más relajada y tengo más confianza!»
Cuando era adolescente, Seraphine no soñaba con convertirse en enfermera, pero lo hizo porque su tía se lo pidió.
«Mi tía siempre se quejaba porque la gente que trabaja en los hospitales nunca le sonreía. Por eso no se sentía cómoda allí. Me pidió que me convirtiera en enfermera para poder encontrar al menos a una persona con una sonrisa en el hospital. Así que eso es lo que hago ahora, trato a la gente de la mejor manera que puedo ¡y también les doy una gran sonrisa!»
Son una parte muy importante, pero a menudo no reciben mucho crédito en una intervención de Ébola: el equipo de lavado, es decir los higienistas. Cada vez que alguien ingresa al Centro de Tratamiento de Ébola (CTE), tiene que usar trajes limpios, botas, faldas, gafas… Todas estas cosas son meticulosamente desinfectadas por un equipo de limpieza, un aspecto muy importante del CTE.
Rolin es el responsable de MSF en el laboratorio del Centro de Tratamiento. Junto con el personal del Instituto Nacional de Investigación Biomédica y el Instituto Pasteur de Dakar, analizan las muestras de sangre del paciente para ver si el paciente tiene Ébola o no, pero también verifican cómo reacciona la gente a su tratamiento.
Gaston es el responsable de todas las actividades de promoción de la salud en el Centro de Tratamiento de Mangina. Se encarga de brindar sesiones informativas a los pacientes que se van del centro y también les proporciona todas las cosas que necesitan (mantas, jabón, etc.).
Kambale Mbahitsia se encuentra a la salida del Centro de Tratamiento con el certificado que prueba oficialmente que se curó. Es un día alegre para Kambale pero también triste: perdió a su esposa y a dos hijos a causa del Ébola.
Otra parte importante pero no muy conocida del Centro de Tratamiento es el área de incineración. Todos los objetos desechables que entran en la zona de alto riesgo se queman para eliminar el riesgo de contaminación.
El doctor Emmanuel Berbain está escribiendo su informe diario sobre los pacientes en el Centro de Tratamiento. No es su primera misión contra el Ébola, también estuvo en una misión en Guinea en 2015.
