En respuesta al conflicto que asola la región del Gran Kasai, en República Democrática del Congo, hemos prestado atención sanitaria rutinaria y de emergencia gratuita a 4.200 pacientes en la ciudad de Kananga, en la provincia de Kasai Central, y en Tshikapa, en la provincia de Kasai.
Desde el 10 de mayo, hemos atendido a 198 pacientes en nuestro servicio de urgencias de Kananga, una ciudad de 750.000 habitantes situada en la región de Kasai Central, de los cuales un tercio eran víctimas de violencia. En concreto, 107 pacientes de urgencias requirieron hospitalización en la unidad de emergencias que gestionamos en el hospital general de Kananga. De ellos, la mitad presentaban heridas de bala, y un 15% otros signos de traumatismos por violencia (como heridas de cuchillo y machete, etc.).
Rehabilitamos completamente la unidad de emergencias del hospital y aumentamos su capacidad de 25 a 49 camas construyendo una nueva extensión. Ahora, nuestro personal tanto internacional como congoleño gestiona todo el servicio y está constituido como una estructura autónoma e independiente dentro del hospital público. Además, todos los servicios sanitarios que proporcionamos son gratuitos.
«Los acuerdos entre MSF y el Ministerio de Salud establecen que el hospital y las clínicas móviles quedan gestionados de forma exclusiva por MSF. Los servicios sanitarios se basan exclusivamente en las necesidades médicas, en función de la valoración de los profesionales médicos. En las instalaciones están completamente prohibidas las armas, ya pertenezcan a individuos o a miembros de las fuerzas armadas. Por otra parte, no se puede arrestar a ningún paciente mientras esté dentro del centro médico o durante una derivación. Nuestra organización garantiza una estricta confidencialidad médica en consonancia con el código ético médico«, afirma Barbara Turchet, nuestra coordinadora general adjunta.
Desde la segunda semana de junio, hemos estado trabajando en la zona urbanizada de Tshikapa, en la provincia de Kasai, prestando apoyo a tres centros de salud y a un hospital en diferentes áreas de la ciudad.
Asistir a los más vulnerables
Prestamos asistencia médica y humanitaria a los grupos más vulnerables de la zona, como los niños menores de 5 años, las mujeres embarazadas y lactantes, los heridos y los que se encuentran en situaciones de emergencia médica y quirúrgica. Entre el 8 de junio y el 2 de julio, atendimos a 266 niños desnutridos en un centro de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados y dos centros de alimentación terapéutica ambulatoria.
Nuestros equipos han llevado a cabo 787 consultas con niños menores de 5 años, han asistido 120 partos, han tratado a 45 personas por lesiones relacionadas con el conflicto —entre las que se encontraban cuatro niños heridos por arma de fuego y 10 niños con heridas infligidas por machete— y atendieron cinco casos de violencia sexual.
Además, operamos una clínica móvil en Kananga y tres más en los ejes cercanos a la ciudad, cerca de Tshikapa y Demba, que hasta la fecha ha atendido 2.757 consultas médicas de personas que han huido de sus casas y viven en el monte. Esta semana, nuestros equipos también han iniciado actividades médicas en la periferia de la ciudad de Tshikapa.
«Somos conscientes de que nuestra propia respuesta sigue siendo inferior a las necesidades que sospechamos que hay, y estamos buscando formas de aumentar nuestra respuesta médica y humanitaria», comenta Nicholas Papachrysostomou, nuestro coordinador de emergencias en Tshikapa.
En la provincia de Dundo, en Angola, hemos estado trabajando durante los últimos tres meses en los dos campos de refugiados, Mussengue y Cacanda, que acogen a más de 27.000 refugiados provenientes de Kasai.
Nuestros equipos han establecido dos clínicas donde ya han realizado más de 12.000 consultas médicas y también están prestando apoyo al hospital pediátrico (que se centra en la desnutrición entre los niños de la comunidad de acogida y de refugiados y en pacientes adultos en situación grave).
Recientemente también hemos finalizado una campaña de vacunación para más de 5.000 niños (sarampión, fiebre amarilla, polio y pentavalente) y también hemos trabajado para proveer agua y construir letrinas iniciales, aunque el agua potable y el saneamiento siguen siendo un desafío.
Somos una organización médico-humanitaria internacional independiente. Trabajamos en RDC desde hace 35 años prestando asistencia sanitaria a las víctimas de conflictos y violencia, a las personas desplazadas o a las víctimas de epidemias. Actualmente estamos presentes en 11 provincias de todo el país.
Hemos trabajado en la región del Gran Kasai en varias ocasiones, por ejemplo para responder a dos brotes de Ébola en Kampungu en 2007 y 2008, para prestar ayuda a los trabajadores migrantes expulsados de Angola en 2007, y para llevar a cabo varias campañas de vacunación de emergencia.