Ante la Cumbre del G20 en Hamburgo, donde la salud mundial está por primera vez en la agenda, Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió a los líderes del G20 a que continúen la declaración que realizaron sus ministros de salud a fines de mayo. MSF le dio la bienvenida al reconocimiento de los ministros de salud del G20 en su declaración donde indican que se deben abordar urgentemente problemas de salud críticos, como las infecciones resistentes a los medicamentos, incluida la tuberculosis (TB), y los ataques contra las instalaciones médicas y el personal en los conflictos armados. Ahora los líderes del G20 deberían convertir esas palabras en acciones concretas. “Los gobiernos más poderosos del mundo deben comprometerse a implementar de forma urgente políticas que prevengan y alivien el sufrimiento innecesario de personas en todo el mundo”, dijo Florian Westphal, Directora General de MSF en Alemania. “Los líderes del G20 necesitan mejorar el acceso de las personas a la atención médica y convertir sus palabras en acciones”.
Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió a los líderes del G20 que aborden las siguientes temáticas:
A. Ataques a instalaciones médicas: convertir la Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU en acciones concretas.
De Yemen a Siria, y desde Sudán del Sur a Afganistán y más, las instalaciones de salud están siendo saqueadas, quemadas y bombardeadas por actores estatales y no-estatales que forman parte de los conflictos, llevando a la muerte de miles de civiles, incluyendo a pacientes, doctores y enfermeros. Estos ataques privan a cientos de miles de personas de los servicios básicos de salud que necesitan. A un año desde que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 2286 acerca de la protección de la misión médica y de las propuestas del Secretario General para implementarla, los trabajadores médicos todavía no están más seguros.
“Mientras que la Declaración de los Ministros de Salud del G20 condenó los ataques contra el personal y las instalaciones médicas, estos gobiernos deben demostrar su compromiso de convertir la Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU en acciones concretas, deteniendo inmediatamente los ataques a instalaciones médicas y permitiendo la imparcialidad de la atención médica en conflicto, de acuerdo a la ética médica”, dijo Florian Westphal. “La protección de las estructuras de salud y del personal que se encuentra en zonas de conflicto debe ser formalizada en leyes nacionales, manuales de guerra y reglas de intervención de las fuerzas armadas”.
B. Tuberculosis e infecciones resistentes a los medicamentos: invertir en investigación y desarrollo (I+D) y que los tratamientos sean asequibles para todas las personas
Desde los heridos de guerra en Jordania, hasta los recién nacidos en Pakistán, pacientes que presentan quemaduras en Haití y personas con tuberculosis multirresistente a los medicamentos en Sudáfrica y Europa del Este, vemos infecciones resistentes a los medicamentos en todo el mundo -incluyendo aquellas que sólo pueden ser tratadas con los últimos antibióticos. Uno de los desafíos con la Resistencia Antimicrobiana (AMR, por sus siglas en inglés) es la falta de nuevos medicamentos, ya que durante décadas las compañías farmacéuticas han estado alejándose de la investigación y desarrollo (I+D) para nuevos antibióticos, dejando pocas nuevas opciones en curso.
Los ministros de salud del G20 reconocieron que la lucha contra la tuberculosis -la más mortífera de todas las infecciones resistentes a los medicamentos – debe ser central en la lucha contra la AMR y que se debe hacer mucho más para impulsar la (I+D) de nuevos antibióticos, vacunas y pruebas de diagnóstico rápido que prioricen las necesidades de las personas y que sean asequibles para todos, independientemente de donde vivan.
«Los líderes del G20 deben aumentar los esfuerzos de investigación nacionales e internacionales para desarrollar nuevas herramientas para combatir las infecciones resistentes a los medicamentos, en particular la tuberculosis, y garantizar que estas herramientas estén disponibles y asequibles para todas las personas que lo necesitan», dijo Els Torreele, Directora de la Campaña de MSF de Acceso a Medicamentos. «En línea con los compromisos asumidos en la Declaración de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la AMR, los gobiernos deben priorizar la (I+D) de acuerdo con las necesidades de las personas y asegurar que los medicamentos desarrollados con fondos públicos sean asequibles y accesibles para todos, al poner fin a la dependencia de los altos precios y los monopolios para pagar por la innovación».
C. Preparación y respuesta ante emergencias
Cuando se declaró el brote de Ébola en África Occidental en 2014, sólo unos pocos gobiernos y organizaciones, incluyendo a MSF, brindaron respuesta.
Los gobiernos del G20 deben apoyar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para asegurar que las personas afectadas estén en el centro de la respuesta en caso de emergencias y brotes, y poner a disposición de la OMS los recursos necesarios para desempeñar este rol, colaborando estrechamente con las autoridades nacionales.
Los países deben tener incentivos para declarar los brotes a la OMS con transparencia y rapidez, para permitir una respuesta coordinada y eficiente. Además, la preparación para emergencias no debe limitarse a las enfermedades infecciosas consideradas como amenazas para países ricos y poderosos, sino que debe incluir emergencias de salud que afectan a las personas más marginadas y vulnerables.
La Declaración de los Ministros de Salud del G20 reconoce la importancia de la Coalición para la Innovación y la Prevención de Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés) y de la necesidad de (I+D) para tratar las enfermedades infecciosas emergentes. Los líderes del G20 deben llevar este compromiso un paso más adelante y garantizar que las nuevas herramientas desarrolladas para responder a emergencias médicas sean asequibles y accesibles para todas las personas necesitadas.
Comentarios de Médicos Sin Fronteras (MSF) sobre la Declaración Final de los líderes del G20
Sobre la protección de las instalaciones médicas en zonas de conflicto:
“A diferencia de sus ministros de salud, los jefes de estado del G20 omitieron condenar los ataques al personal y las instituciones médicas en su declaración final”, dijo Philipp Frisch de MSF Alemania. “Mientras el fortalecimiento de los sistemas de salud está presente en la Declaración, la destrucción devastadora en zonas de conflicto como Yemen, Siria o Afganistán fue completamente ignorada.
Llamamos también al G20 a comprometerse a implementar, a través de pasos concretos, la resolución 2286 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Es la única manera de asegurar que la asistencia médica imparcial en conflictos armados sea posible. Es inaceptable que ataques armados en instalaciones médicas sean usados deliberadamente como una estrategia de guerra. Estos ataques matan civiles, incluyendo pacientes y personal médico. Y causan que cientos de miles de personas se queden sin acceso a asistencia médica básica cuando más la necesitan.
Sobre tuberculosis, investigación en salud y Resistencia Antimicrobiana:
“Saludamos el hecho de que la tuberculosis sea mencionada como una prioridad de investigación y desarrollo (I+D) en la en la declaración final. Sin embargo, es decepcionante que el G20 no se comprometa a nuevas inversiones adicionales ya que, desgraciadamente, el financiamiento para la I+D en tuberculosis es insuficiente” dijo Marco Alves de MSF Alemania. “Es cuestionable hasta qué punto el anuncio de una plataforma de colaboración para promover iniciativas de investigación futuras y existentes puede realmente solucionar las fallas actuales del sistema de I+D.
El G20 debe mirar hacia adelante y comprometerse concretamente al financiamiento de nuevas iniciativas que aseguren que las herramientas médicas sean accesibles y pagables para todas las personas que las necesiten, vivan donde vivan. Esto se aplica también a los esfuerzos en investigación de patógenos con potencial pandémico, como la plataforma de investigación CEPI, que puede hacer una importante contribución en la preparación para futuras emergencias de salud. El próximo G20, cuyo país anfitrión será Argentina, debe transformar estas ideas iniciales en verdaderos progresos si queremos abordar de manera sostenible el problema de la tuberculosis y otras infecciones resistentes a los medicamentos.