“Es muy preocupante escuchar a través de los medios de comunicación que las ONG’s son acusadas de alentar a los traficantes al mismo tiempo que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) se niega a reunirse con nosotros. Hemos pedido una reunión para responder a estas críticas, pero hasta la fecha seguimos sin respuesta. Este tipo de críticas son impactantes debido a lo que implican. ¿Leggeri -como director de Frontex-, está sugiriendo que nos alejemos del área en la que las personas corren más riesgo de ahogarse sólo para hacer que el tráfico de personas sea más complicado?
¿Deberíamos dejar morir a estas personas?
No compartimos las declaraciones de Frontex: No somos policías fronterizos ni agentes que combaten el tráfico de personas. Somos médicos y estamos en el mar con el único propósito de salvar vidas. Actualmente, trabajar tan cerca de las aguas territoriales de Libia es la única forma en que podemos mitigar el alto riesgo de muerte en el Mediterráneo. Si las personas pasan menos tiempo en botes hacinados, habrá menos posibilidades de que mueran.
En vez de continuar con estos dañinos e infundados ataques en contra de las ONG’s, Frontex debería evaluar de nuevo sus actividades actuales y tomar en cuenta su propio papel en el horror del que somos testigos a diario en el Mediterráneo. Los traficantes siempre se adaptarán a lo que se les ponga enfrente, y las personas seguirán ahogándose hasta que tengan una forma segura de salir de Libia.»
Declaración de Aurelie Ponthieu, especialista humanitaria en desplazamiento de Médicos Sin Fronteras (MSF)