El restablecimiento de llamada ‘Política de la Ciudad de México’ del Gobierno de los Estados Unidos por parte del presidente Donald Trump, que prohíbe a las ONG que reciben fondos estadounidenses realizar o brindar asesoramiento o información sobre el aborto, debilitará el acceso a servicios seguros de interrupción voluntaria del embarazo y pondrá en peligro la vida de las mujeres.
El aborto inseguro es una de las cinco principales causas de mortalidad materna en todo el mundo, junto con la hemorragia, la eclampsia, las infecciones y el parto obstruido. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aborto no seguro es responsable de un alarmante 13 por ciento de las muertes maternas en todo el mundo. Las tasas son aún más altas en ciertas regiones como América Latina y en contextos como campos de refugiados y zonas en conflicto.
En lugares donde no esté disponible la atención segura del aborto, las mujeres y las jóvenes pondrán sus vidas en riesgo. Cuando se queden sin opciones seguras, recurrirán a abortos realizados por personas sin formación o en entornos que carecen de los estándares médicos mínimos.
20 millones de abortos inseguros
Según la OMS, de los 46 millones de abortos que se demandan anualmente, aproximadamente 20 millones se consideran inseguros. Como organización médica, nuestros equipos de todo el mundo tratan todos los días a mujeres y niñas con complicaciones relacionadas con el aborto no seguro.
Nuestra organización incluye los servicios de anticoncepción y de atención para la interrupción voluntaria del embarazo dentro de nuestros programas de atención materna tras estudiar las disposiciones legales y la percepción de la comunidad y del personal sanitario. El tratamiento de las complicaciones relacionadas con la interrupción del embarazo para proteger a una mujer de complicaciones mortales forma parte de los cuidados obstétricos de Médicos Sin Fronteras (MSF). La decisión de interrumpir un embarazo por petición de la mujer se toma con mucha prudencia, y la seguridad de los pacientes y el personal es la preocupación principal.
«Las consecuencias médicas de un aborto inseguro son graves y deben tratarse como tales», afirma Jason Cone, nuestro director general en Estados Unidos. «Los gobiernos no deberían hacer política con las vidas de mujeres y niñas. No importa cuál sea el riesgo o el obstáculo, las mujeres seguirán buscando formas de poner fin a los embarazos y seguirán muriendo innecesariamente si no pueden acceder a una atención segura del aborto. La Administración Trump debe enfrentarse a estos hechos y poner fin a las políticas que ponen en peligro la vida de las mujeres y las niñas».
La salud reproductiva es clave
Las investigaciones realizadas en la última década han demostrado que las políticas que prohíben a los servicios médicos facilitar información a las mujeres sobre el aborto y sus opciones de planificación familiar — incluidos el control de la natalidad y el uso de preservativos — conducen a embarazos no deseados, abortos más peligrosos y muertes, y a tasas más altas de enfermedades de transmisión sexual como el VIH. Las personas requieren servicios de salud reproductiva, incluyendo el acceso a anticonceptivos y a la atención a un aborto seguro. Este acceso ha disminuido en el pasado cuando la ‘Política de la Ciudad de México’ estaba en vigor.
Las mujeres deben tener la información y las herramientas para proteger su salud. Corren un mayor riesgo de contraer el VIH que los hombres y las mujeres embarazadas necesitan servicios específicos para proteger su propia salud y reducir el riesgo de transmisión sexual o de contagio a su hijo.
La ‘Política de la Ciudad de México’ ya no se limita a las organizaciones que prestan servicios de planificación familiar. Ahora se aplica a todos los programas mundiales de salud financiados por Estados Unidos, incluidos los programas de VIH y de salud materno infantil.
La política podría amenazar los progresos en muchos frentes, incluyendo los esfuerzos para reducir las muertes relacionadas con el VIH y las nuevas infecciones así como los dirigidos a disminuir la mortalidad infantil a través de iniciativas de prevención y tratamiento de la malaria y de programas de inmunización.
«Desde MSF no recibimos fondos del Gobierno de Estados Unidos, no nos vemos directamente afectados por el restablecimiento de la ‘Política de la Ciudad de México’», añade Cone. «Sin embargo, como organización médica que trabaja en lugares donde mujeres y niños, nos veremos directamente afectados y perjudicados por esta política, es importante subrayar el enorme daño que esta tendrá sobre los esfuerzos colectivos para reducir la mortalidad materna y el sufrimiento en todo el mundo».