La salud de los niños se complica por la falta de acceso a agua potable y vivienda adecuada y al frío en las montañas. Además, aumentan los casos de cólera: la semana pasada, admitimos a una media de siete nuevos pacientes diarios. La mejora de la red de agua y saneamiento es ahora la principal urgencia.
Dos meses después del paso del huracán Matthew que devastó el suroeste de Haití, miles de personas todavía necesitan alimentos, agua potable y una vivienda adecuada. Y es que algunas comunidades remotas aún no han recibido ayuda.
Por eso, seguimos preocupados por el deterioro de las condiciones de vida, sobre todo en los departamentos de Grande Anse, Sud y Nippes, los más afectados por el huracán.
En Sud y Grande Anse, gestionamos clínicas móviles para evaluar las condiciones generales de salud de los niños. Según explica Chiara Burzio, nuestra coordinadora médica, tan solo la semana pasada las clínicas móviles “han permitido tratar a 163 niños menores de 5 años con complicaciones respiratorias, de los cuales el 60% tenían infecciones de las vías superiores y 5% padecían neumonía y bronquitis. Estas complicaciones suelen estar relacionadas con la falta de vivienda adecuada y el frío en las montañas por las noches. El resto de los niños presentaban diarreas e infecciones de la piel causadas por la falta de acceso a agua limpia», detalla.
El suministro de agua potable, un problema ya crónico para la mayoría de las comunidades en Haití, también fue interrumpido por el huracán. Las redes de tuberías fueron destruidas; los tanques de agua se llenaron de arena.
El alojamiento temporal, un problema
«A pesar de que desde 2010 nuestro proyecto se especializa en la respuesta médica contra el cólera, la falta de actores para mejorar las condiciones de agua y saneamiento en Baradères tras el paso del huracán hizo que interviniéramos de urgencia para reparar la red de abastecimiento de agua y distribuir pastillas Aquatabs a 10.000 familias que viven en la ciudad», comenta Stuart Garman, coordinador de nuestro proyecto en la zona.
Muchas familias que perdieron sus hogares en el huracán todavía viven en refugios temporales vulnerables a las condiciones climáticas. Los desplazados alojados en instalaciones estatales como escuelas se enfrentan además a la presión de las comunidades locales, que piden a las autoridades su desalojo de dichas instituciones. Por eso, los desplazados internos necesitan encontrar una solución duradera a su problema de alojamiento.
Cólera: atención y prevención
En noviembre, el número de pacientes con sospecha de cólera que fueron hospitalizados en nuestro Centro de Tratamiento del Cólera (CTC) en Port-à-Piment pasó de siete en las primeras tres semanas a 12 durante la última semana del mes.
La semana pasada, el Centro admitió a un promedio de siete nuevos pacientes diarios incluyendo los casos provenientes de los municipios vecinos. Estos nuevos casos confirmados también han aumentado en comparación con las cifras de las últimas tres semanas de noviembre. Los pacientes llegan a los puestos de rehidratación oral que abrimos en las montañas para luego ser transferidos a nuestro centro de salud a través de dos ambulancias designadas para esta labor.
A partir del 4 de octubre, en colaboración con el Ministerio de Salud, construimos un Centro de Tratamiento del Cólera de 19 camas en Baradères, en el departamento de Nippes. Además, tratamos a más de 190 pacientes de cólera en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, y uno de nuestros equipos de vigilancia y respuesta rápida se encuentra actualmente en la Isla de la Gonave para responder al aumento de casos de cólera y muertes en la comunidad.
En palabras de Garman, «la lucha contra el cólera depende principalmente de la sinergia entre la atención médica para evitar que los pacientes mueran de cólera, y de las actividades de prevención. Esto incluye la mejora de las redes de abastecimiento de agua y las actividades de saneamiento para las comunidades que viven en situaciones precarias”.
Dos meses después de nuestra intervención en Nippes tras el paso del huracán Matthew, procedimos al cierre de las actividades de urgencia en este departamento de Haití. Por diversas razones, la epidemia de cólera que habíamos previsto finalmente no se manifestó en esta región. Sin duda, las medidas adoptadas para evitarla contribuyeron a ello. No obstante, las actividades de urgencia continúan en el resto del país.
Siete semanas después del huracán, nuestros equipos han proporcionado:
Cuidados médicos:
· Consultas a 4.500 pacientes en Nippes, Grande Anse y Sud.
· Tratamiento de un gran número de lesiones (800 en total desde el 8 de octubre), infecciones respiratorias y casos de diarrea en el Sud y Grande Anse en las clínicas móviles.
· 30 pacientes trasladados en helicóptero, incluyendo 18 personas llevadas a nuestro Centro de Trauma de MSF en Tabarre, Puerto Príncipe.
· Apoyo al hospital de Port-à-Piment, incluida la asistencia de 14 nacimientos desde el 31 de octubre.
Tratamiento para el cólera:
· Instalación de un Centro de Tratamiento de Cólera (CTC) en Port-à-Piment y tratamiento de 360 pacientes con sospecha de cólera desde el 9 de octubre.
· Construcción de un CTC con capacidad de 19 camas en Baradères.
· Apoyo al Ministerio de Salud en el CTC de Diquini (Puerto Príncipe) para el tratamiento de 190 pacientes de cólera.
Gestión del agua y saneamiento:
· Apoyo en la higiene hospitalaria y el saneamiento de los CTC en los municipios de Morón, Chamberlain, Dame-Marie, Anse-d’Hainault, Irois y Abricots.
· Distribución de refugios temporales para 1.400 familias en Sud y de 3.915 kits de higiene en el valle de Port-à-Piment.
· Distribución de 2.752.000 litros de agua potable a las cisternas centralizadas: 1.867.000 litros en Sud y 1.792.000 litros en Grande Anse para lograr una capacidad de distribución de 80.000 y 50.000 litros diarios respectivamente.
· Rehabilitación de dos sistemas de recolección de agua en el valle de Port-à-Piment y en los pueblos de Baradères y Fond Tortue.
· Reparación y aseguramiento del funcionamiento de 24 fuentes públicas, incluyendo 17 en Baradères y 7 en Fond Tortue.
· Distribución de 32.424.000 litros de agua potable a través de cisternas centralizadas: 30,24 millones de litros para el sistema Baradères (un promedio de 864.000 litros por día durante 35 días) y 2,18 millones de litros para el sistema de Fond Tortue (312.000 litros por día durante una semana).
· Distribución de más de 3,5 millones de Aquatabs para el tratamiento de agua en el hogar en Sud, Grande Anse, Baradères y Grand Boucan. Permiten que la población de estas ciudades tengan agua potable por al menos dos meses.
Distribución de materiales:
· Materiales para la reconstrucción, incluyendo tubos para recolectar el agua de lluvia, techos de lámina, kits de cocina, kits de higiene, tanques y mantas para 850 familias en las islas Cayémites.