En este Día Internacional de la Discapacidad, queremos poner el foco en el hospital de cirugía reconstructiva para víctimas de guerra que Médicos Sin Fronteras (MSF) gestiona en la ciudad de Amán, en Jordania. El hospital atiende a heridos de guerra de toda la región, quienes no tienen acceso a la atención quirúrgica especializada y rehabilitación necesaria en sus países de origen. El proyecto fue establecido en 2006, y hoy en día recibe pacientes desde Siria (un 58% en 2015), Irak (30%) y los Territorios Palestinos Ocupados (7%).
El hospital ofrece atención integral para sus pacientes, el cual incluye además de las intervenciones quirúrgicas especializadas (ortopédicas, plásticas y maxilofaciales), fisioterapia y apoyo psicosocial. A los pacientes también se les da alojamiento, y se ofrece asistencia financiera para el viaje después o entre los tratamientos, si éstos se extienden en el tiempo. MSF busca así lograr que sus pacientes, muchos de los cuales han sufrido amputaciones o quemaduras graves,
alcancen el nivel más alto de autonomía posible y la mejora de sus condiciones de vida una vez que completan el tratamiento.
Nahla Fadel, una de nuestras pacientes provenientes de Irak, explica la diferencia que el tratamiento ha significado en su vida: “Llegué al hospital de MSF por primera vez en el 2013 y he pasado por 24 cirugías. Al principio la movilidad de mis manos, que estaban gravemente quemadas, era tan limitada que no podía peinar a mi hijo o darle de comer. Ahora, después de dos años de cirugías con MSF, la movilidad de mis manos casi ha vuelto a la normalidad.»