El número de muertos que ha provocado el ataque al hospital Al Quds, apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y por otras organizaciones, y a otros edificios cercanos se eleva ya a más de 50 personas. La situación en Alepo es crítica: es imposible encontrar un solo lugar en toda la ciudad que no haya sido afectado por los ataques aéreos. De hecho, hoy mismo están siendo publicadas nuevas informaciones sobre otro centro de salud -no apoyado por MSF, en este caso- que también habría sido bombardeado.
Esta no es la primera vez que el hospital Al Quds resulta golpeado por las bombas: el centro ya había sido dañado y parcialmente destruido varias veces; la última vez en 2015. Aunque Al Quds no era un hospital de MSF, sí que era una de las numerosas estructuras médicas que MSF apoya en Alepo y en todo Siria. MSF llevaba dando apoyo a este hospital desde 2012, a través de donaciones esporádicas y, desde 2014, mediante donaciones médicas regulares.
MSF se muestra profundamente preocupada por la situación de las aproximadamente 250.000 personas que corren peligro de quedar completamente sitiadas y sin atención médica.
Los trabajadores de la organización médico humanitaria quieren rendir homenaje y pedir reconocimiento a la heroica labor de los médicos sirios de todo el país, que continúan atendiendo pacientes y salvando vidas a pesar de tener que hacerlo en unas condiciones durísimas.
El personal del hospital ha solicitado apoyo a MSF en lo que se refiere al envío de equipos médicos y medicamentos, y la organización se ha comprometido a cubrir ambas necesidades, así como a ayudar en la reconstrucción del hospital.
«El cielo se está cayendo en Alepo. La ciudad, que está constantemente en primera línea de esta guerra brutal, corre ahora peligro de quedar atrapada en una ofensiva total»
«No hay un sólo rincón en toda la ciudad que no se haya visto afectado por los ataques”, denuncia Muskilda Zancada, Coordinadora General de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Siria. “Los ataques a hospitales y al personal médico son un devastador indicador de los niveles de crueldad que ha alcanzado el conflicto sirio. Sin embargo, el horror va mucho más allá, ya que esta es sólo una más de las numerosas formas brutales en el que se está atacando a los civiles”, prosigue.
«El ataque contra el hospital Al Quds ha destruido uno de los últimos lugares en Alepo en el que aún se podía encontrar humanidad. Alepo es una sombra de lo que algún día fue, y este último asalto parece estar destinado a hacer desaparecer cualquier rastro de humanidad”, asegura.
«MSF ha estado apoyando el hospital de Al Quds desde 2012 y para nosotros ha sido un honor poder trabajar con personas tan dedicadas a su profesión y a sus pacientes. Cada día vemos cómo arriesgan sus vidas para ayudar a los demás, entregándose para que cientos de miles de personas que viven en una situación desesperada, puedan acceder a la atención médica. Su pérdida es nuestra pérdida. Por eso seguimos comprometidos a ayudarles» concluye Zancada.