El recinto de Médicos Sin Fronteras (MSF) fue saqueado en medio de los enfrentamientos que estallaron en la tarde del martes en Pibor, Sudán del Sur. Los combates han dejado al menos 35 heridos y unas 1.000 personas han buscado refugio en la base de la UNMISS (la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur).
Los combates comenzaron en Pibor en la tarde del martes 23 y continuaron durante todo el día siguiente. El equipo de MSF se vio obligado a buscar seguridad en las propias instalaciones de MSF, pero cuando los intensos tiroteos se aproximaron al recinto, los trabajadores humanitarios se vieron obligados a trasladarse a la base de la UNMISS.
El personal de MSF se llevó consigo el equipamiento y el material médico y han estado interviniendo en la atención sanitaria a los heridos. MSF estuvo ayudando durante todo el miércoles en el tratamiento a 35 pacientes pero en estos momentos no existe capacidad quirúrgica para brindar el nivel de tratamiento que se requiere con urgencia. Los combates son continuos en la zona. MSF ha sido testigo de la destrucción de numerosas viviendas. Hasta el momento, MSF no ha podido evaluar la magnitud de los daños en sus instalaciones.
«Ahora mismo, hay necesidades médicas críticas en Pibor y la capacidad para responder y salvar vidas es limitada«, explica Corinne Benazech, coordinadora general de MSF. «Tenemos que evaluar los daños y las pérdidas producidas en el asalto del centro de salud de MSF, pero si no podemos reanudar las actividades la situación podría ser catastrófica dado que MSF es el único proveedor de salud en la zona. Reiteramos el llamamiento a todos los actores armados: deben respetar el derecho internacional humanitario que protege a la población civil, las instalaciones médicas y la prestación de asistencia humanitaria«.