Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Bujumbura atendieron ayer a más de 60 personas debido a una serie de detonaciones de granada en las calles comerciales de la capital burundesa. Esta nueva oleada de heridos se produce solo cinco días después de que los equipos atendieran a 55 personas heridas también por ataques de granada.
“Hemos recibido mucha gente, incluyendo mujeres y niños, que sufrían traumatismos y heridas abiertas, daños craneales y cortes. Es la segunda vez en menos de una semana que hemos tenido tantos pacientes llegando a nuestro centro de trauma” explica Efstathios Kyrousis, Jefe de Misión de MSF en Burundi. Las granadas explotaron en varias zonas de la ciudad, principalmente en mercados. Por el momento se han confirmado dos muertos.
Ante la afluencia de heridos, MSF puso en marcha un protocolo de para atender a un gran número de personas a la vez, de forma que se detecta y se prioriza la atención y el tratamiento a los heridos de mayor gravedad. En pocas horas se llevaron a cabo siete cirugías, a las que se sumarán otras ocho durante los próximos días. Entre los 61 pacientes tratados ayer había 18 mujeres y tres niños.
MSF es una de las pocas organizaciones internacionales que trabajan en emergencias médicas relacionadas con traumatismos y heridas en Bujumbura, capital de Burundi. L’Arche, el centro de trauma de MSF tiene una capacidad de 43 camas y se compone de una sala de urgencias, dos quirófanos y una unidad de cuidados intensivos. En la actualidad se está planteando la posibilidad de aumentar su capacidad hasta 86 camas.
Las actividades que realiza MSF en Burundi son financiadas exclusivamente a través de contribuciones individuales, ya que la organización no acepta fondos de ningún gobierno para los proyectos en el país. Durante el curso de las actividades en Burundi, así como en cualquier otro lugar, MSF da atención a todos los pacientes sin tener en cuenta etnia, religión o afiliación política.
MSF trabaja en Burundi desde hace más de 20 años. Desde mayo de 2015 ha intensificado sus actividades en Bujumbura por el aumento de las tensiones políticas. Nuestros servicios son totalmente gratuitos y pueden tener acceso a ellos cualquier persona que cumpla con los criterios de admisión: aquellos que han sufrido un trauma violento. Desde que el centro de MSF abriera en julio, han recibido tratamiento 1.210 pacientes, entre los cuales 205 requirieron cirugía.
A su vez, MSF también está dando respuesta a la afluencia masiva de refugiados de Burundi en Tanzania. En la actualidad hay unos 130.000 burundeses en el país vecino, y se calcula que entre 200 y 250 refugiados cruzan esta frontera cada día. MSF trabaja en los campos tanzanos de refugiados Nyaragusu, Nduta y Mtendeli proporcionando atención médica, atención a la salud mental, agua y saneamiento.