Al menos 70 personas han resultado muertas y 550 heridas en un ataque aéreo contra un mercado en el barrio de Douma, cerca de Damasco. Debido a que el improvisado hospital más cercano había sido bombardeado el día anterior, el personal médico hizo lo que humanamente pudo para hacer frente a la afluencia de personas lesionadas. Médicos Sin Fronteras (MSF) teme que la intensificación de los bombardeos que se ha observado en el norte y centro de Siria a lo largo del mes de octubre pueda ser aún más horrible si se extiende a las zonas sitiadas alrededor de Damasco, donde casi un millón de personas están atrapadas sin forma de escapar, con pocos centros médicos y sin opción de realizar evacuaciones médicas a las personas gravemente heridas.
La devastación causada por el ataque aéreo en el mercado se vio exacerbada por bombardeos adicionales contra los equipos de rescate que estaban asistiendo a los heridos. 250 pacientes requirieron cirugía, y 300 pacientes más han sido tratados por heridas. Las heridas de trauma múltiple son descritas por los médicos como peores que cualquier otra cosa que hayan visto antes. «Este fue un bombardeo extremadamente violento», denuncia el director de un hospital cercano apoyado por MSF, quién asistió a las primeras víctimas.
«Las heridas eran peor que cualquier cosa que hayamos visto antes, y había muchísimos muertos.
Tuvimos que hacer muchas amputaciones, y muchos heridos perdieron mucha sangre, por lo que necesitábamos gran cantidad de fluidos intravenosos y bolsas de sangre. Hicimos lo que pudimos para hacer frente a la situación, pero el número pacientes críticamente heridos fue mucho más allá de lo que podíamos manejar con una capacidad médica tan limitada”.
Muchos hospitales ya han sido destruidos por el conflicto en Siria, por lo que muchas instalaciones han trasladado sus servicios a espacios subterráneos o han dividido sus servicios en diferentes ubicaciones para poder seguir funcionando. La puerta del hospital improvisado de Douma había sido alcanzada por un bombardeo el pasado jueves, causando 15 muertos y 100 heridos. Debido a que los servicios se habían dividido en varios edificios, el hospital fue capaz de responder a parte de la afluencia masiva de víctimas. Sin embargo, debido al abrumador número de heridos, ningún hospital por sí solo podría haberle hecho frente, por lo que otros seis hospitales improvisados ayudaron a tratar a los heridos del bombardeo en el mercado.
A lo largo de este año se han intensificado los bombardeos a estructuras civiles en las zonas sitiadas alrededor de Damasco, tales como hospitales y mercados. Durante este 2015, casi el 40% de las personas que han resultado muertas y heridas de guerra y que fueron atendidas en instalaciones médicas apoyadas por MSF en el área del Este de Ghouta, han sido mujeres y niños menores de 15 años de edad. Este altísimo porcentaje de víctimas civiles se puede explicar por los repetidos ataques a zonas densamente pobladas, y también debido a que la gente en las zonas sitiadas son blancos humanos cautivos, sin ningún lugar a donde correr para escapar de los bombardeos.
«Este bombardeo masivo en un concurrido mercado y la destrucción repetida de las pocas instalaciones médicas disponibles constituyen infracciones a todo lo que las reglas de la guerra representan«, dice Brice de le Vingne, Director de Operaciones de MSF en Siria. «En dos de los barrios sitiados en el Este de Ghouta hay hospitales improvisados que han sido bombardeados con especial frecuencia. Esta es la cuarta vez en este año que estamos financiando y prestando apoyo logístico para restablecer ambas instalaciones. Hay francotiradores impidiendo que las personas puedan escapar de las zonas sitiadas, y a este horror de muerte lenta se añade ahora la posibilidad de masacre por bombardeos aéreos«.
El hospital de Douma lleva consumidos 1.000 litros de líquidos intravenosos y 300 bolsas de sangre. MSF ha enviado un urgente reabastecimiento de algunos de los elementos esenciales que necesitan, y está proporcionado respaldo logístico, como el combustible para los equipos de ambulancias que responden a los ataques aéreos. MSF también podría ayudar con donaciones de suministros adicionales de emergencia y más asesoramiento técnico.
MSF insta los Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a que cumplan con el mandato de protección que se les ha dado[1] y para que detengan lo más rápido posible la escalada de masacres aéreas en Siria.
MSF trabaja en seis centros médicos en el norte de Siria y apoya directamente a más de 150 puestos de salud y hospitales de campaña en todo el país, con un énfasis particular en las zonas sitiadas. En su mayoría son improvisadas instalaciones sin personal de MSF presente, a las que MSF proporciona tanto suministros como formación a distancia para ayudar a los médicos sirios a hacer frente a las necesidades médicas extremas. Esta red ha sido construida a lo largo de los últimos cuatro años.
[1] Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 2165 de julio 2014