Estas afirmaciones significan que las fuerzas afganas y de los EEUU, que trabajan conjuntamente, decidieron arrasar un hospital totalmente funcional, porque según sostienen, había talibanes presentes.
«Esto supone el reconocimiento de un crimen de guerra y contradice totalmente las intenciones del gobierno de Estados Unidos de minimizar el ataque como ‘daño colateral’. No puede haber justificación para este ataque abominable en nuestro hospital que ha acabado con la vida de personal de MSF mientras trabajaban y de pacientes que yacían en sus camas.
Médicos Sin Fronteras reitera su petición para que se lleve a cabo una investigación internacional independiente a fondo«
afirma Christopher Stokes, Director General de Médicos Sin Fronteras (MSF).
«Bajo la clara presunción de que se ha cometido un crimen de guerra, MSF exige que un órgano internacional independiente lleve a cabo una investigación profunda y transparente del incidente. Apoyarse solo en una investigación interna de una parte del conflicto es totalmente insuficiente. Ninguno de nuestro trabajadores informó de enfrentamientos dentro del hospital de MSF antes del ataque de los Estados Unidos el sábado por la mañana.
El hospital estaba lleno de personal de MSF, pacientes y sus cuidadores. 12 trabajadores de MSF y 10 pacientes, incluyendo tres niños, murieron en el ataque.
Reiteramos que el edificio principal del hospital, donde el personal médico cuidaba de los pacientes, fue golpeado repetidamente y de forma muy precisa durante los ataques aéreos, mientras que el resto del recinto ha quedado intacto. Condenamos este ataque, que constituye una grave violación del Derecho Humanitario Internacional”, dice el Director General.
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