La organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) celebra hoy las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establecen ofrecer tratamiento antirretroviral a todas las personas inmediatamente después de dar positivo para VIH. Sin embargo, la organización alerta que es necesario un aumento drástico del apoyo de los donantes y gobiernos para que esta nueva recomendación se convierta en realidad.
“Diagnosticar y tratar de inmediato pude cambiar rumbo de la epidemia de VIH. Pero para que funcione como herramienta de control de la epidemia se necesitan cambios drásticos y un gran aumento de la inversión. La atención al VIH tiene que salir de las clínicas y llegar a la comunidad, con personas viviendo con el VIH movilizadas, empoderadas y comprometidas que sean parte de la respuesta. Para esto se necesita esfuerzo y dinero”, explica el Dr. Tom Ellman, director de la Unidad Médica de MSF en Suráfrica. “La semana pasada en la ONU, los líderes mundiales acordaron un Objetivo de Desarrollo Sostenible que consiguiera en 15 años que el sida sea parte de la historia, pero tienen que demostrar que realmente se lo toman en serio. Nadie va a acabar con el sida si seguimos como ahora”.
La primera prueba de fuego del compromiso de los donantes será la conferencia de reposición de fondos del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria que se celebrará el próximo año. Los donantes podrán entonces demostrar que están decididos a usar de la mejor ciencia para tratar a todas las personas que viven con el VIH y reducir aún más las tasas de transmisión del VIH en el mundo.
Según la experiencia de los programas de VIH de MSF en los últimos diez años, un tercio de las personas que fueron diagnosticadas con el VIH, pero que no eran elegibles para comenzar el tratamiento en ese momento, nunca regresó al centro de salud. Ofrecer tratamiento a esas personas cuando el resultado sea positivo podría reducir sustancialmente el número de personas que no regresa a recibir atención.
“Para llegar al mayor número de personas posible, necesitamos modelos simplificados de estrategias de atención y autogestión que permiten a la gente tomar más control sobre su propio tratamiento y atención”, explica el Dr. Marc Biot, coordinador de las operaciones de VIH de MSF. “Ya no es sólo una cuestión de cuándo poner a personas en tratamiento, sino también cómo ayudar a las personas a mantenerse en tratamiento de por vida y para mantener niveles no detectables del virus en la sangre. Tenemos que asegurarnos de que el tratamiento del VIH se adapta mejor a la vida de las personas, igual que con cualquier otra enfermedad crónica en los países industrializados”.
Médicos Sin Fronteras (MSF) empezó a proporcionar tratamiento contra el VIH en los países en desarrollo en 2000. Actualmente, más de 200.000 personas reciben tratamiento a través de los programas de MSF.