Sandeep Mahat, Jessica Wilford y Sher Bahadur Karki (Raj) volaban de vuelta a Katmandú tras entregar la tan necesitada asistencia médica y humanitaria en las poblaciones afectadas por el terremoto en el distrito de Sindhupalchowk cuando ocurrió el accidente. Vamos a extrañarlos mucho.
Sandeep, médico, comenzó a trabajar con Médicos Sin Fronteras en septiembre de 2006. La mayor parte de su vida profesional la dedicó a la organización, y era alguien popular dentro de la familia MSF. Completó varios períodos largos asignado en Nepal e India. Cuando el terremoto golpeó su Nepal natal en abril, fue uno de los primeros en responder. Sandeep es recordado por el orgullo con el que hablaba de trabajar en la organización, que inspiró a otros a unirse. Aquellos que lo conocían hablan de su consideración, su diplomacia, y el apoyo y guía que ofrecía a aquellos que lo rodeaban, sin importar el nivel de estrés que pudiera tener en su propio trabajo. Era un mentor. Le sobreviven su esposa y sus dos hijas.
Jessica, también médica, se unió a Médicos Sin Fronteras en septiembre de 2012. Trabajó en Goronyo, Nigeria, antes de viajar para responder al envenenamiento masivo en Zamafra, también Nigeria. De marzo a noviembre del 2014 trabajó en Wardher y Gambella, en Etiopía. No dudó en ofrecerse voluntaria para ayudar en Nepal tras el terremoto. El generoso corazón y la sonrisa de Jessica brillarán siempre en la memoria de todos los que trabajaron con ella, que la recuerdan siempre como una expresión de su humor. Era una doctora muy dedicada, con un espíritu positivo, y siempre estaba preparada para relajarse bailando. Nuestros pensamientos están con su familia y su pareja.
Raj, psicólogo clínico, había empezado en Médicos Sin Fronteras hace poco, tras finalizar sus estudios de postgrado en asesoramiento psicológico este mismo año. Expresó alegría al poder ayudar a sus compatriotas nepalíes tras el terremoto. Algunos de sus amigos en la organización habían trabajado con él anteriormente, e incluso en el breve tiempo que estuvo en MSF dejó un permanente recuerdo en sus nuevos colegas. Le recuerdan por su apoyo social, sus mensajes de esperanza y la alegría que mostraba cuando nadaba con su hijo. Le sobreviven su esposa y su pequeño.
Nuestro más sincero pésame a sus familias y seres queridos. Con gran tristeza les decimos adiós. Descansen en paz.