El pasado sábado por la tarde, 16 civiles desarmados, incluyendo tres trabajadores centroafricanos de Médicos Sin Fronteras (MSF), fueron asesinados en el asalto al hospital que gestiona la organización humanitaria en la ciudad de Boguila, en el norte de la República Centroafricana (RCA).
Médicos Sin Fronteras condena enérgicamente el asesinato de civiles desarmados en un lugar que estaba claramente identificado como estructura de la organización y sin que existiera ningún tipo de provocación previa. Estamos absolutamente impactados y afligidos ante la brutal violencia que se ha ejercido el pasado sábado contra nuestro personal y contra decenas de miembros de la comunidad local, explica Stefano Argenziano, coordinador general de MSF en la RCA. Estamos trabajando para tratar a todos los heridos y estamos llevando a cabo todos los esfuerzos posibles en mantener informados en todo momento a los miembros de sus familias y a la comunidad sobre el estado de sus familiares y amigos. En estos momentos, nuestros esfuerzos están también centrados en mantener la seguridad de nuestros pacientes, del hospital y de nuestros trabajadores.
Este inadmisible ataque nos fuerza a retirar a varios miembros clave de nuestro personal y a suspender actividades en Boguila. MSF mantiene su compromiso de asistir a la población de la zona, pero este tipo de actos criminales y premeditados suponen una seria amenaza a la capacidad de la organización para prestar ayuda a la población. Tenemos que pensar también en la seguridad de nuestros trabajadores, comenta Argenziano. Debido a las consecuencias de este brutal ataque, nos vemos obligados también a replantearnos si es posible continuar nuestras operaciones en otras zonas del país.
Varios hombres armados de la ex-Seleka rodearon los terrenos del hospital de Boguila e irrumpieron en una reunión que había organizado el personal de MSF con 40 líderes locales, y en la que se hablaba sobre el acceso a la salud y a la atención médica en la zona.
Al mismo tiempo que alguno de estos hombres entraba disparando tiros al aire en las oficinas de MSF para hacerse con dinero y equipamiento, otros hombres se dirigieron al lugar donde se estaba produciendo la reunión. Sin que mediara ningún tipo de provocación previa, comenzaron a disparar indiscriminadamente hacia la multitud, provocando múltiples víctimas y dejando varios heridos en una situación crítica.
MSF es la única organización humanitaria internacional que trabaja sobre el terreno en Boguila, donde presta asistencia a una población cada vez más expuesta a mortales e indiscriminados ataques por parte de los grupos armados que operan en el área. Los hechos ocurridos el pasado sábado constituyen un inaceptable ataque no solamente a los civiles, sino también a la capacidad de proporcionar asistencia médica y humanitaria a la población.