Médicos Sin Fronteras (MSF) continúa reforzando sus equipos en Guéckédou y Macenta, dos de las ciudades del sur de Guinea en las que el virus del Ébola se ha propagado. A los 30 miembros de la organización médico-humanitaria que ya se encuentran sobre el terreno, se les unirán en los próximos días más médicos, enfermeros y especialistas en agua y saneamiento. Los equipos móviles de MSF también están evaluando la situación en las localidades de Kissidougou y Nzérékoré.
Hasta la fecha, ya son trece las muestras que han dado positivo para el virus de Ébola, una cifra que podría aumentar en las próximas horas, ya que en estos momentos se siguen analizando otras muestras. Se han identificado varios casos sospechosos en las vecinas Liberia y Sierra Leona, donde MSF también está haciendo seguimiento de la situación, pero ninguno de ellos ha podido ser aún confirmado con pruebas de laboratorio. Las últimas cifras oficiales del Ministerio de Salud de Guinea declaran 86 casos sospechosos y 60 muertes.
«En Guéckédou, con la colaboración del Ministerio de Salud, hemos habilitado una sala con diez camas para ingresar a los pacientes afectados», explica Marie-Christine Ferir, coordinadora de emergencias de MSF. «Hemos empezado a trabajar también en la localidad de Macenta, donde hemos habilitado una serie de instalaciones médicas. Es esencial que todos los pacientes que presenten síntomas de la enfermedad se pongan rápidamente bajo tratamiento específico y sean aislados del resto de la comunidad». En Guéckédou ya hay diez pacientes ingresados con síntomas de Ebola.
Estamos haciendo todo lo que podemos para garantizar unas condiciones dignidad para los pacientes y para proteger al mismo tiempo a la comunidad y a las familias de una posible contaminación», afirma Ferir. La enfermedad se transmite, fundamentalmente, a través del contacto directo con la sangre, las heces o la saliva del paciente. Por ello, el equipo trata de reducir al mínimo los peligros potenciales de contacto entre los pacientes y sus familias, poniendo especial cuidado en que se respete el derecho de los pacientes a estar con los suyos.
Los equipos de MSF también están centrados en el ‘rastreo de contactos’, es decir, en la identificación de las personas que han estado en contacto directo con pacientes con Ébola y que podrían, por tanto, haber contraído la enfermedad. «Nuestros médicos especialistas en Ébola recorren a pie todos los rincones de las poblaciones en las que se han dado casos -explica Ferir – y llevan a cabo una trazabilidad de las personas que muestran síntomas de la enfermedad, que son trasladadas a las instalaciones especializadas para recibir atención médica». No existe tratamiento específico para el Ébola, pero la atención médica puede reducir los síntomas, detener el desarrollo de la enfermedad o reducir el sufrimiento del paciente.
Expertos de MSF en promoción de la salud también informan a la comunidad acerca de cómo se propaga la enfermedad y de las precauciones que tienen que tomar para evitar el contagio. «Por encima de todo, debemos evitar un pánico generalizado», dice Ferir. «Es de suma importancia que se difunda la información correcta para que la gente entienda la gravedad de la enfermedad y sepa la manera de protegerse a sí mismos».