Desde hace décadas la República Democrática del Congo (RDC) es presa de epidemias de sarampión con un resurgimiento importante de la enfermedad desde el año 2010. Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) intervienen regularmente en todo el país para vacunar a los niños de edades comprendidas entre los seis meses y los 15 años y tratar a las personas afectadas por el sarampión. La organización hace una llamada para que se mejoren las vacunaciones rutinarias y las campañas de seguimiento para controlar la epidemia y poder así limitar la mortalidad por la enfermedad.
Desde que empezó la epidemia en 2010, el sarampión ha causado la muerte a más de 4.500 personas en RDC, sobre todo a niños menores de cinco años. Un estudio retrospectivo realizado por Epicentre, el centro de investigación epidemiológica de MSF, estimó que en Aketi, en el Bajo Uélé (Provincia oriental), entre diciembre de 2012 y octubre de 2013 contrajeron malaria un 35% de los niños, de los cuales un 7% murieron. Además, Médicos Sin Fronteras trató a 11.780 personas en la zona de salud.
El sarampión, una enfermedad que puede ser mortal en los niños cuando no se trata, es sin embargo muy fácil de evitar mediante la vacunación. En RDC la vacunación rutinaria no está lo bastante extendida para impedir los brotes epidémicos y las campañas de seguimiento son insuficientes. En 2013 los actores implicados trataron significativamente de aumentar la calidad de las campañas de vacunación, pero está todavía muy lejos de alcanzar el nivel deseable. Hay que desplegar más medios económicos para vacunar más, todo el año, con campañas seguimiento, explica el doctor Kyrousis, coordinador médico de la ONG.
Idealmente, todos los bebés deberían ser vacunados durante su primer año de vida en los centros de salud. Pero también han de recibir una segunda dosis de la vacuna, indispensable para asegurarles una protección completa contra la enfermedad. De momento, en el Congo, esto sólo puede hacerse mediante campañas de seguimiento. Por tanto, hay que organizar campañas de vacunación regulares tal como establece la estrategia de eliminación del sarampión. Es indispensable, afirma el doctor Kyrousis.
Además, la calidad de la vacunación supone todo un reto para asegurar que todos los niños reciben una vacuna eficaz, gracias a los medios logísticos apropiados (incluida la cadena de frío para conservar las vacunas a una temperatura adecuada) y garantizar que la planificación de las actividades de vacunación respetan las especificidades de cada zona de salud (como por ejemplo, disponer del tiempo suficiente en función del tamaño y la complejidad geográfica de cada zona en cuestión).
Para hacer frente a la epidemia de sarampión que asola el país desde 2010, MSF vacuna sin descanso en todas las provincias del país. En 2013, la organización médica internacional vacunó a más de 1.100.000 niños de edades comprendidas entre los 6 meses y los 15 años. También trató a unos 30.000 pacientes con sarampión, principalmente niños pero también algunos adultos. Médicos Sin Fronteras principalmente interviene en zonas afectadas por brotes epidémicos pero también ha efectuado vacunaciones preventivas entre poblaciones desplazadas.