El equipo de emergencias de MSF en Kivu del Sur (República Democrática del Congo) se activó después de recibir una alerta el 2 de diciembre desde el Hospital General Provincial de Kivu del Sur, en Bukavu: el día precedente, 30 personas habían ingresado en el centro de tratamiento del cólera (CTC), de los que uno ya había fallecido.
Un equipo de la organización se desplazó inmediatamente al centro y lo encontró completamente desbordado. El 90% de los casos procedían de un barrio de la ciudad llamado Camp Mweze. La comunidad había reportado ya otras cuatro muertes posiblemente causadas por el cólera con origen en una fuente de agua contaminada. La intervención de MSF, que ya ha finalizado, ha supuesto el tratamiento de 690 personas.
La intervención de emergencia supuso ampliar la capacidad del CTC, reforzar el diagnóstico y tratamiento de los enfermos, asegurar la disponibilidad de todo el material necesario para atajar la enfermedad y aumentar las actividades de sensibilización en la comunidad para frenar la transmisión. En las últimas seis semanas 690 personas, 156 menores de 5 años, han recibido tratamiento.
El cólera provoca vómitos, diarrea y deshidratación aguda. Si no se trata a tiempo, la tasa de mortalidad es muy alta. Sin embargo, el tratamiento es muy efectivo y relativamente sencillo: consiste en la rehidratación del enfermo y dependiendo de la gravedad del caso, el tiempo de hospitalización puede variar entre seis horas y cuatro días. Un tema clave en las intervenciones de cólera es aislar bien al enfermo para evitar que la enfermedad se propague.
Kivu del Sur es una zona endémica de cólera. Pero además, en Bukavu, una ciudad de un millón de habitantes a las orillas del lago Kivu, se dan muchos factores para que la enfermedad se propague: una buena parte de la población no tiene acceso a agua de calidad debido a la precariedad de las infraestructuras; la época de lluvias, que es cuando más se propaga el cólera, dura nueve meses; y los hábitos de higiene entre la población no son los adecuados, explica Juan Matías, coordinador del equipo de emergencias de MSF en la RDC, por eso es muy importante trabajar con la comunidad para atajar y prevenir nuevos brotes de cólera. La última epidemia de cólera en Bukavu se produjo en el año 2011 y un equipo de MSF respondió con un programa de intervención rápida ya en aquella ocasión.
La intervención finalizó ayer, después de que en las últimas tres semanas los casos de cólera se hayan mantenido dentro de los niveles endémicos normales. Durante las seis semanas de intervención, el equipo de MSF ha trabajado en colaboración con el personal del Ministerio de Salud congolés.
Esta intervención es la sexta llevada a cabo por el equipo de emergencias de MSF en Kivu del Sur (RUSK, Réponse dUrgence Sud Kivu, en francés) durante el 2013, tras hacer frente a otras dos epidemias de cólera -en Kamanyola y Uvira-, una emergencia de malaria en Lulingo y dos emergencias de sarampión, una en Kitutu y otra en Bunyakiri, que incluyó una campaña de vacunación de 65.000 niños.