10 de enero de 2014.- Una semana después de que cinco trabajadores internacionales del staff de Médicos Sin Fronteras (MSF) fuesen llevados de una casa en el norte de Siria, la noche del 2 de enero, MSF continúa poniendo todos sus esfuerzos en asegurar su regreso a salvo.
Nuestros colegas retenidos son de Bélgica, Dinamarca, Perú, Suecia y Suiza. Estaban trabajando en un hospital de MSF para proveer asistencia médica esencial a las personas afectadas por el conflicto en Siria, donde las necesidades médicas y humanitarias son abrumadoras.
Durante los últimos dos años, MSF ha instalado seis hospitales y dos centros de salud en el norte de Siria. Nuestros equipos médicos hasta el momento han provisto 102.828 consultas, siendo 40.052 de ellas casos de la sala de emergencias. Enfermedades crónicas tales como la diabetes o la hipertensión han sido un foco de atención para MSF tanto como las heridas de metralla, bombas o balas. Se han realizado 4.899 procedimientos quirúrgicos y se asistieron 1.516 partos seguros de mujeres embarazadas. MSF también apoya a más de 80 instalaciones sanitarias a lo largo del país y ha provisto 264.265 consultas a refugiados sirios en países limítrofes.
Médicos Sin Fronteras desea reiterar que en este punto la discreción es extremadamente importante, en particular lo relativo a detalles personales acerca de nuestros cinco compañeros. Insistimos que sólo los elementos incluidos en esta página son información oficial de MSF en relación a este incidente. Cualquier otro reporte relacionado con el incidente es información que no ha sido oficialmente provista o confirmada por MSF.
Mientras nuestra prioridad siga siendo que nuestros compañeros regresen sanos y salvos, no ofreceremos más información al respecto. Agradecemos a todo el mundo su apoyo y comprensión.
Médicos Sin Fronteras es una organización médico-humanitaria que trabaja con independencia de toda agenda política o religiosa. Proveemos atención médica sobre la base de los principios humanitarios de ética médica e imparcialidad. MSF se sustenta mediante aportes privados y no acepta dinero de ningún gobierno para su trabajo en Siria.