Los equipos de MSF han tratado de urgencia a más de 2.500 personas afectadas por malaria en el área de Lulingu y Tchonka en Kivu del Sur, República Democrática del Congo, desde principios de mayo, cuando las autoridades sanitarias locales pidieron la intervención de la organización médica dado que temían la eclosión de un brote de meningitis.
La intervención, a cargo del equipo de emergencia de MSF en Kivu del Sur ( conocido como RUSK por las siglas de su nombre en francés: Réponse dUrgence Sud Kivu), está previsto que se extienda hasta finales de agosto, dado el elevado número de pacientes que llegan al hospital de Lulingu y al centro de salud de Tchonka.
Tan pronto como se dio la alerta, seis miembros del RUSK se trasladaron en motocicletas (que facilitan el llegar a zonas con carreteras y caminos complicados o casi inexistentes), para hacerse cargo de la situación, verificar los datos aportados por las autoridades locales e iniciar el proceso de diagnóstico de la enfermedad. Se efectuaron pruebas de diagnóstico tanto para meningitis como para malaria, dado que la malaria es endémica en la zona y ambas enfermedades pueden presentar síntomas similares (fiebre muy alta y convulsiones) y afectan también en gran manera a menores de quince años.
Una vez finalizadas las pruebas, se descartó la posibilidad de meningitis: los enfermos padecían malaria, en un brote muy virulento de la enfermedad que se hizo acompañar de una mortalidad inusualmente elevada (más del 5% de los hospitalizados, o uno de cada veinte, sin tener en cuenta aquellos que fallecieron sin llegar a los centros de salud).
El equipo de intervención, reforzado con once trabajadores locales y cinco internacionales, decidió iniciar su trabajo en Lulingu con el objetivo de reducir la mortalidad en el hospital mediante el diagnóstico rápido de la enfermedad y el tratamiento de los pacientes, con especial refuerzo en las áreas de pediatría y obstetricia. Desde el 4 de mayo, 1.526 personas han recibido tratamiento con artesonato y, si lo requerían, han recibido transfusiones de sangre. La malaria puede causar anemia severa y los pacientes requieren de aportaciones de plaquetas vía intravenosa, por lo general en donación procedente de familiares sanos.
La intervención ha supuesto reducir la mortalidad en el centro hasta el 1,29% por el momento.
Posteriormente los equipos decidieron ampliar su actividad en Tchonka, otro de los epicentros del brote de malaria y cuyos enfermos acudían en gran número a Lulingu. Hasta el momento, en el centro de salud de la población de las 1.359 consultas practicadas, 925 son casos de malaria confirmados.
Las tareas del RUSK en una operación de estas características no se limitan a la reducción de la mortalidad y tratamiento de casos, dado que la prevención y la información pública sobre la enfermedad son asimismo vitales para que la población pueda detectar sus síntomas lo antes posible y buscar tratamiento médico. La detección temprana es indispensable para un tratamiento más corto (por lo general de una o dos semanas), pero la prevención e información (enfatizar, por ejemplo, el uso correcto de las mosquiteras) es muy importante para evitar la extensión del brote, explica Liliana Palacios, coordinadora médica de los proyectos en RDC.
El elevado número de pacientes que llegan a los centros sanitarios de Tchonka y Lulingu hace prever a los equipos que la intervención de emergencia pueda extenderse hasta finales de agosto.
La malaria es la causante de un 40% de la mortalidad infantil en la RDC. Los equipos de MSF trataron en 2012 a más de 434.300 afectados por la enfermedad en sus proyectos y operaciones de emergencia en de Kivu del Norte, Kivu del Sur, Katanga, Ecuador, Oriental y Maniema.
MSF trabaja en RDC desde 1981.