MSF apela a las partes beligerantes para que permitan el libre desplazamiento de sus equipos en las zonas afectadas por la violencia y el acceso de los civiles a los centros de salud.
Un equipo de MSF trabaja sin descanso en el hospital de Abobo Sur, en el norte de la ciudad de Abiyán, donde ha quedado bloqueado desde hace más de cinco días sin poder ser relevado. Las condiciones de seguridad son extremadamente peligrosas y los desplazamientos dentro de la ciudad se han restringido al mínimo. Junto con las autoridades sanitarias de Costa de Marfil, este equipo trata de 30 a 40 heridos cada día; todos ellos personas que se encuentran cerca del hospital y que consiguen llegar allí por su propio pie o en carretillas que empujan sus vecinos.
«El equipo de MSF en el hospital de Abobo Sur lleva cinco días consecutivos proporcionando asistencia ininterrumpidamente. No podemos ir allí a relevar al personal o suministrar medicamentos porque nuestra farmacia se encuentra en el sur de Abiyán y nuestro hospital en el norte. Nos llaman por teléfono pidiendo que vayamos a recoger a heridos y pacientes, pero es imposible moverse», declara el Dr. Salha Issoufou, jefe de misión de MSF en Abiyán. Abobo Sur es el único hospital que todavía funciona en el norte de la ciudad. Se ha montado un sistema para trasladar a los heridos al centro hospitalario, pero no podemos ponerlo en práctica debido a los incesantes disparos y saqueos. Las ambulancias no pueden circular en la ciudad.
Paso cerrado a los suministros y a los pacientes:
Esta paralizante situación de violencia también impide a MSF reabastecer el hospital de Abobo Sur con medicamentos y material médico. «Si esto sigue así durante unos días más, faltarán anestésicos, compresas estériles y guantes quirúrgicos en el hospital», afirma el Dr. Issoufou.
Hay muchos actos de pillaje y saqueos y por el solo hecho de estar en la calle, ya eres un objetivo. Bandas armadas ocupan las calles y en la comunidad reina un ambiente de miedo, particularmente en las zonas más pobres. El ejército ha bloqueado los puentes para impedir el paso desde el sur hacia el hospital, aunque de todas formas los constantes combates lo hubiesen impedido. Subes a un coche para intentar llevar a alguien al hospital y con casi total seguridad ya no regresas. La situación es realmente mala y la población está sufriendo porque no puede acceder ni a la atención médica más básica, explica Henry Gray, coordinador de terreno en Abiyán.
El 3 de abril, gracias a los esfuerzos de la Cruz Roja marfileña, un equipo de MSF pudo suministrar material para tratar a los heridos en el hospital universitario de Treichville, en el sur de Abiyán. Pero, en general, las necesidades son enormes y muchos de los hospitales públicos que han recibido donaciones de MSF ya no pueden ser reabastecidos a causa de la violencia. Los pacientes con enfermedades crónicas, entre ellos personas que necesitan diálisis, comienzan a estar en peligro.
Heridos y desplazados en el oeste del país:
La situación en la parte occidental del país es también caótica, con crecientes tensiones y sucesos verdaderamente preocupantes.
MSF urge a las autoridades a que hagan todo lo que esté en su mano para asegurar que la población civil no sea blanco de la violencia. Sin ir más lejos, los equipos de MSF en las ciudades de Bangolo y Duékoué, al oeste del país, han atendido a 146 heridos en el hospital de Bangolo y a 285 en el de Duékoué entre el 28 de marzo y el 3 de abril.
«A pesar de que la ofensiva en esta zona ha terminado, siguen llegando nuevos heridos, lo que muestra claramente que la violencia continúa», manifiesta Renzo Fricke, coordinador de emergencia de MSF.
Alrededor de 100.000 personas han huido de los enfrentamientos en el oeste del país en los últimos meses hacia el distrito de Nimba, en la vecina Liberia, donde se han asentado en campos de refugiados o en casas donde han sido acogidos por los residentes.
En Duékoué, cuyos barrios fueron objeto de saqueos, hay un campo que alberga entre 15.000 y 20.000 desplazados. Aunque MSF dispensa atención médica en el campo, sus residentes necesitan cantidades considerables de alimentos y agua. Los equipos de MSF también tratan a personas en Man, Danané y Guiglo, así como en la vecina Liberia.
Médicos Sin Fronteras es una organización médico-humanitaria que interviene de forma imparcial, observando la más estricta neutralidad. Sus actividades en Costa de Marfil están exclusivamente financiadas por donantes privados, lo que asegura su total independencia.