La organización pretende ampliar sus operaciones enviando más personal y suministros médicos, y facilitando la evacuación de pacientes. Sin embargo, la inseguridad en el este y la negativa de las autoridades en el oeste del país impiden un mayor acceso a las zonas más necesitadas.
La organización internacional médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) sigue buscando la forma de prestar asistencia a las personas afectadas por la violencia en el oeste de Libia, independientemente de su afiliación política o de su origen. Hasta el momento, el acceso al oeste del país le ha sido denegado, a pesar de las urgentes necesidades humanitarias de las que los equipos de MSF están recibiendo noticias.
MSF intenta por todos los medios incrementar el volumen de su intervención, reforzando sus equipos, enviando suministros médicos adicionales, y facilitando la evacuación de heridos y enfermos a zonas donde puedan ser atendidos en condiciones de seguridad.
Estamos intentando por todos los medios posibles ampliar nuestro respaldo a las estructuras de salud, con el fin de responder a las necesidades médicas urgentes, tanto dentro como fuera de las zonas controladas por el gobierno, explica el director de operaciones de MSF, Laurent Ligozat. A medida que va moviéndose la línea del frente, nuestra prioridad es conseguir acceder a las zonas donde las necesidades son mayores, añade.
Preocupante situación en Misrata
En la ciudad de Misrata, la población está atrapada por los combates. Según las preocupantes informaciones recibidas por MSF, el hospital de la ciudad lleva varios días cerrado debido a los fuertes bombardeos, y los heridos están siendo trasladados a las dos únicas clínicas que siguen funcionando y que al parecer están abarrotadas con heridos graves. El personal médico, además de trabajar en condiciones de gran peligrosidad, está agotando los suministros y tiene grandes dificultades para tratar a los pacientes.
A pesar de los llamamientos a las autoridades y de las negociaciones que llevamos a cabo, se nos ha denegado el acceso a la parte occidental de Libia, con el argumento de que no hay necesidades médicas en esa zona, explica Ligozat. Sin embargo, las informaciones que nos llegan indican que la situación en Misrata es crítica y que también en otras ciudades las estructuras médicas están saturadas.
MSF reitera su llamamiento a las partes en conflicto para que permitan un total acceso de la asistencia médica a las poblaciones afectadas por la violencia en Libia. Asimismo, la organización reclama el respeto de las instalaciones médicas y su personal, así como de los vehículos de transporte de pacientes.
Operaciones de MSF en Libia
Tras retirarse del este de Libia el pasado 15 de marzo, debido a las condiciones de inseguridad, los equipos de MSF regresaron a la ciudad de Bengasi el 24 de marzo. En coordinación con el Comité Médico Libio, los equipos de MSF dan apoyo a las estructuras de salud con medicamentos y otros suministros médicos, como anestésicos y material de cirugía para heridos. Hasta la fecha, MSF ha enviado 44 toneladas de materiales al país y se están preparando más cargamentos. Los equipos de MSF se están reforzando con personal médico adicional, que proporcionará formación al personal de enfermería local. El pasado 21 de marzo, MSF envió al hospital de Misrata un cargamento con kits de cirugía para 300 heridos.
En el paso fronterizo tunecino de Ras Adjir, los equipos de MSF han estado prestando atención psicológica a las personas que han salido de Libia huyendo de la violencia. También están trabajando en el campo de tránsito de Choucha, donde más de estas personas esperan a ser reasentadas o repatriadas. Desde que estalló la crisis, la prioridad de MSF ha sido acceder a las zonas con mayores necesidades.
MSF es una organización internacional humanitaria que presta ayuda de emergencia a poblaciones en crisis, con neutralidad, imparcialidad e independencia, y basando su respuesta únicamente en las necesidades médicas de los pacientes.