El domingo llevamos a cabo evaluaciones y clínicas móviles en dos centros de evacuación, explica Mikiko Dotsu, coordinadora del equipo de MSF. Las necesidades médicas son cada vez mayores en estos centros.
Para los supervivientes de la catástrofe, la situación es difícil: muchas zonas siguen sin suministro eléctrico ni agua potable.
Hoy, el equipo de MSF, formado por 10 personas, se ha dividido en tres grupos para llegar al sur de la ciudad de Sendai y a otras áreas más alejadas de la prefectura de Miyagi que fueron duramente golpeadas por el seísmo y la fuerza de las aguas. Gracias al enorme esfuerzo realizado por las autoridades japonesas, se está consiguiendo llegar a estas zonas por tierra.
En un área cercana a Minamisunriku, al norte de Miyagi, se nos ha informado de que hay 9.200 personas en 20 centros de evacuación que necesitan agua, artículos de primera necesidad y atención médica, declara Mikiko Dotsu.
Aunque los heridos de estas zonas han sido evacuados en helicóptero, hay muchas personas mayores, algunas con problemas de deshidratación. Nos preocupa la situación de las personas de edad con enfermedades crónicas, añade la coordinadora de MSF.
Los equipos están prestando especial atención a las necesidades de los más vulnerables: niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas como diabetes o problemas cardiovasculares. En estos momentos MSF está evaluando las necesidades específicas de oxígeno, artículos de primera necesidad, materiales médicos y agua potable, entre otras, y trabajará en estrecha colaboración con las autoridades del país para atender a la población.
Más personal de MSF en Japón y otros países está a la espera de salir hacia la prefectura de Miyagi para reforzar la asistencia de los equipos actuales.
La organización sigue atenta a los acontecimientos alrededor de las plantas nucleares de Fukushima. Sin embargo, en caso de producirse un incidente nuclear grave, sólo el gobierno japonés estaría en situación de responder.