Mientras Europa aumenta las medidas para frenar la migración, los refugiados y migrantes cada vez corren más riesgos a la hora de cruzar sus fronteras. Escapan del conflicto, la violencia o la pobreza extrema en sus países de origen, y suelen verse expuestos a terribles episodios de violencia y explotación durante el viaje. Muchos se pierden en países de tránsito durante largos períodos, incapaces de continuar el viaje o regresar a casa. Para aquellos que consiguen llegar a Europa, la vida sigue siendo dura, ya que se enfrentan a la posibilidad de ser detenidos, a precarias condiciones de vida y a la incertidumbre sobre el futuro.
Con estas postales, Médicos Sin Fronteras (MSF) comparte las historias de hombres y mujeres que dejaron sus países de origen en busca de seguridad, paz y condiciones de vida dignas.