En las áreas afectadas disminuyen los casos de diarrea y enfermedades en la piel, mientras aumentan los casos de desnutrición infantil y las consultas de salud mental.
Han pasado diez semanas desde las primeras inundaciones en Pakistán y ahora, después de haber anegado todo lo que encontraba a su paso, el nivel del agua empieza a disminuir. Mucha gente ha comenzado a abandonar los campos de desplazados y retorna a sus hogares o a lo que queda de ellos-, pese a que sus casas fueron totalmente destruidas. Iniciado el retorno y finalizada la Fase de Emergencia, MSF ha cerrado sus proyectos de respuesta a las inundaciones en las provincias de Punjab y Khyber Pakhtunkhwa, pero continúa las actividades en las provincias de Sindh y Baluchistán, donde asiste a la población desplazada no sólo en sus necesidades inmediatas, sino proveyéndole de atención médico-sanitaria y agua potable, además de refugios transicionales mientras se estabiliza la situación.
El cierre de los proyectos en los distritos de Nowshera y Charsadda, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, comenzó a mediados de octubre. MSF suministró a los damnificados de esas localidades artículos de primera necesidad, tiendas y agua potable, además de desarrollar actividades médicas en clínicas móviles. Los proyectos que se llevaban a cabo antes de las inundaciones en los distritos de Swat, Malakand, Lower Dir, Peshawar y Hangu, así como en la agencia -un tipo de jurisdicción dentro de las Áreas Tribales de Administración Federal- de Kurram, continúan abiertos. Estos proyectos se concentran principalmente en servicios de salud de segundo nivel (salas, cirugía y obstetricia de emergencia) en áreas afectadas por el conflicto.
Refugios transicionales para los desplazados
Una de las prioridades actuales es facilitar las condiciones de refugio y abrigo a las familias de Sindh que emprenden el camino de vuelta a casa. Para ello, MSF planea la construcción de 2.000 refugios transicionales, de los cuales cerca de la mitad serán instalados en el distrito de Jamshoro, mientras evalúa las necesidades de refugio temporal en el distrito de Dadu. Sin embargo, la constante movilidad de la población supone un reto: desde que los desplazamientos son diarios, para nosotros es bastante difícil hacernos una imagen completa de sus necesidades, pero estamos listos para responder a ellas, dice Elisabetta Maria Faga, Coordinadora de Emergencia de MSF en el sur de Sindh.
Cada refugio transicional tendrá una dimensión de 25 metros cuadrados, se construirá con bambú y lonas de plástico y está diseñado para durar un año. Los kits de herramientas de reconstrucción también serán repartidos a las familias que lo necesitan, aprovechando las consultas médicas y las reuniones con los líderes comunitarios. Los equipos de MSF continúan, de igual modo, distribuyendo kits con artículos de primera necesidad a los damnificados que no habían recibido hasta entonces ninguna ayuda. En el canal de Saifullah, en el distrito de Dera Murad Jamali, MSF planea suministrar 2.500 kits de estas características.
Incremento de consultas de salud mental y casos de desnutrición infantil
El número de casos de diarrea y enfermedades en la piel -que fueron las principales causas de morbilidad al inicio de las inundaciones- ha disminuido significativamente. En contraste, los trabajadores humanitarios de MSF han visto un incremento en el número de pacientes que sufren fatiga y dolor corporal, que representan en la actualidad cerca de un 45% de las consultas. Al parecer estos síntomas son consecuencia del excesivo estrés ocasionado por las múltiples pérdidas tanto humanas como materiales de los damnificados, el pobre acceso a la alimentación y al agua potable, así como a las precarias condiciones de higiene en los campos de desplazados y en los refugios. Dadas las circunstancias, MSF ha comenzado actividades de salud mental a través de consultas psicológicas individuales y grupales para cerca de 600 pacientes. En el distrito de Johi, en la provincia de Sindh, se han llevado a cabo más de 1.000 consultas médicas desde que el equipo inició actividades en una clínica móvil hace dos semanas.
Tanto en Sindh como en la provincia de Baluchistán los equipos médicos de MSF continúan con la búsqueda activa de casos de desnutrición, usando el test de medida de la circunferencia braquial (MUAC, por sus siglas en inglés). En Dera Murad Jamali, donde el equipo gestiona cinco Centros Ambulatorios de Nutrición Terapéutica, el número de niños atendidos en el programa se ha incrementado significativamente después de las inundaciones, debido tanto a la inseguridad alimentaria como a la suma de la población desplazada a la población local. Los movimientos constantes de los damnificados luego de las inundaciones han supuesto un reto adicional al objetivo de MSF de asegurar que los niños admitidos en el programa de nutrición ambulatoria completen el tratamiento.
La semana pasada la organización abrió en Sukkur, en la provincia de Sindh, un Centro Ambulatorio de Nutrición Terapéutica para atender a más niños con desnutrición. Hasta el momento ha admitido ya a 148 niños, que se suman a los 150 que ya recibían tratamiento en el Centro de Nutrición Terapéutica Intensiva. Ante el incremento de casos de desnutrición severa en los distritos de Jamshoro y Sehwan, al sur de la provincia, los promotores de salud han cambiado su estrategia de sensibilizar sobre la prevención de la diarrea aguda a informar más activamente sobre temas de nutrición.
Actividades sanitarias y suministro de agua potable
Los equipos de agua y saneamiento de MSF continúan con las actividades para reducir riesgos para la salud de las comunidades afectadas por las inundaciones. Para ello, en los distritos de Dadu, Dera Murad Jamali, Lakkana, Jamshoro, en la provincia de Sindh, se distribuyen diariamente unos 535.000 litros de agua potable. En Sukkur, además de estas distribuciones, se están identificando lugares aptos para construir letrinas, puntos de lavado de manos y duchas antes de traspasar las actividades de agua y saneamiento a la ong Solidarité.
En el distrito de Jamshoro, los promotores de salud y los ingenieros de agua y saneamiento trabajan en varias comunidades para mejorar las condiciones sanitarias y la gestión de residuos, además de sensibilizar sobre los hábitos de higiene. En el canal de Saifullah, cerca del distrito de Dera Murad Jamali, se están instalando más puntos de bombeo y almacenamiento de agua. Los equipos de MSF han construido 645 letrinas, 170 duchas y 108 puntos de lavado de manos.
Desde el inicio de la emergencia MSF ha:
Llevado a cabo 56.991 consultas a través de 5 hospitales, 7 clínicas móviles y 6 Centros de Tratamiento de la Diarrea.
Tratado más de 3.634 niños con desnutrición.
Distribuido diariamente 1.250.400 litros de agua potable y construido 714 letrinas.
Distribuido un total de 58.270 kits con artículos de primera necesidad y 14.538 tiendas.
Gastado aproximadamente 7 millones de euros para responder a la emergencia surgida de las inundaciones. El presupuesto de MSF para 2010 para operaciones normales en Pakistán es de cerca de 10,9 millones de euros.
125 trabajadores humanitarios internacionales trabajan conjuntamente con cerca de 1.200 profesionales paquistaníes en la respuesta a la emergencia y en proyectos anteriores a las inundaciones.
Desde 1988, MSF ha estado proporcionando asistencia médica a los ciudadanos paquistaníes y a los refugiados afganos que sufren las consecuencias de los conflictos armados, el escaso acceso a los servicios de salud y los desastres naturales en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, las Áreas Tribales de Administración Federal, Baluchistán y Cachemira. MSF no acepta fondos de ningún gobierno para financiar su trabajo en Pakistán, por lo que se sufraga únicamente de donaciones privadas.