Condolencias por la muerte de los médicos de la universidad de Benadir.
MSF lamenta profundamente el ataque reciente que se produjo durante la graduación de estudiantes de Medicina de la Universidad de Benadir. Las necesidades médicas en todo el país son enormes, y en muchos lugares se agravan a causa de los altos niveles de violencia y de la prolongada sequía. Sin embargo, la prestación de la atención médica es muy insuficiente y muchas personas en todo el país sufren innecesariamente como consecuencia de esa carencia de servicios médicos.
Los graduados de medicina de la universidad de Benadir ofrecen una esperanza excepcional para la población somalí, la posibilidad de una atención médica que salve vidas. El personal médico presta asistencia en base únicamente a las necesidades médicas, independientemente de su afiliación política o de clan. Su trabajo es crucial para reducir el sufrimiento de los más vulnerables de su país, como el de los niños desnutridos, las mujeres embarazadas y los hombres con lesiones traumáticas. Para este fin, la seguridad del personal y los servicios médicos debe estar garantizado.
MSF se enorgullece de haber apoyado la formación y la contratación de varios médicos recién graduados de la universidad de Benadir, uniéndose así al resto del personal somalí comprometido que hace posible que la organización siga llevando a cabo 10 proyectos en 8 regiones a lo largo de Somalia, con el apoyo de un equipo de coordinación remota basado en Nairobi.
MSF envía sus condolencias a las familias y amigos de aquellos que han sido víctimas de este trágico suceso.
MSF lleva trabajando en Somalia más de 17 años y sigue proporcionando asistencia médica gratuita en ocho regiones del país actualmente, gracias al compromiso de nuestro personal somalí, apoyado por un equipo de coordinación remota basada en Nairobi. Sólo en 2008, los equipos de MSF proporcionaron 727.428 consultas externas, incluyendo 267.168 a niños menores de cinco años. Más de 55.000 mujeres recibieron consultas de atención prenatal y más de 24.000 personas fueron admitidos como pacientes internos de MSF en hospitales y clínicas. Se hicieron 3.878 cirugías, 1.249 de los cuales fueron por lesiones causadas por violencia. Los equipos médicos trataron 1.036 personas que sufren de la enfermedad mortal y olvidada de Kala azar, más de 4.000 por malaria y 1.556 personas iniciaron el tratamiento de la tuberculosis. Se proporcionó alimentos y atención médica a cerca de 35.000 personas que sufren de desnutrición y se administraron 82.174 vacunas.