El Gobierno chino estima que unos cinco millones de personas se han quedado sin hogar por el terremoto de magnitud 8.0 que devastó zonas de la provincia Sichuan hace 12 días. Actualmente, 34 trabajadores de MSF están llevando a cabo evaluaciones en la región afectada, proporcionando atención medica básica y quirúrgica, así como servicios de salud mental y haciendo donación de tiendas y medicinas al dispositivo de ayuda. La respuesta local, regional y nacional ha sido enorme pero algunas necesidades, especialmente relacionados con el refugio, continúan.
Esta es la mayor respuesta a un desastre natural que he visto nunca, dice Tony Marchant, coordinador de emergencia de Médicos Sin Fronteras en Chengdu, China. Estoy impresionado por la organización de la ayuda y el inmenso apoyo que se ha ofrecido a las víctimas del desastre por parte de los voluntarios de la comunidad y de todo el país. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer, sobre todo en temas de refugio y reconstrucción, y MSF seguirá examinando la necesidad de que se haga un seguimiento del tratamiento de los heridos en el terremoto. El impacto psicológico de sobrevivir a tal desastre puede no salir a la superficies hasta mucho tiempo después de la catástrofe.
El viernes, 23 de mayo, un convoy de 10 camiones que transportaban 2.050 tiendas de tamaño familiar llegaron a Deyang y están siendo enviadas, en estrecha colaboración con la Cruz Roja China, a Mianzhu y otras de las áreas más afectadas por el terremoto. El pasado fin de semana, dos cargos aéreos con 1.750 tiendas fueron distribuidos en la región afectada y las estructuras de salud dañadas en Guanghan y Hanwang con la ayuda de la Cruz Roja de Sichuan y docenas de voluntarios. En total, MSF ha donado 3.800 tiendas de tamaño familiar al dispositivo de ayuda, valoradas en más de un millón de euros. El Gobierno chino estima que son necesarias aproximadamente 3,3 millones de tiendas para las personas que se quedaron sin casa a causa del seísmo.
La necesidad de refugio es enorme, dice el coordinador logístico de la emergencia, Nicolas Tocqué. He estado he campos de refugiados donde asistir a 80.000 personas en un solo punto era insoportable, pero esto no se puede comparar con las millones de personas que necesitan refugio en China después del terremoto. Necesitan tiendas y es importante que sean de buena calidad para que las familias puedan vivir en ellas durante los meses que puede tardar la construcción de viviendas adecuadas e infraestructuras.
El jueves, MSF finalizó su apoyo médico y quirúrgico al hospital de referencia temporal de Guanghan, ya que la mayoría de pacientes han sido trasladados a otras estructuras y el resto saldrán en los próximos días. Durante la pasada semana, MSF proporcionó apoyo quirúrgico y postoperatorio a unos 70 pacientes que fueron trasladados, muchos en helicóptero, a dicho centro desde algunas de las zonas más golpeadas en la región. MSF ha donado medicinas y material médico al hospital y continuará trabajando en salud mental hasta que los últimos heridos por el seísmo sean referidos.
La demanda de salud mental sigue en los hospital que están atendiendo en los heridos y en los asentamientos donde los supervivientes del terremoto están viviendo a lo largo de toda la región y ésta es una necesidad que necesita respuesta. Además de los equipos de salud mental de MSF que trabajan en el hospital de Guanghan, la organización está colaborando con el Hospital Huaxi en Chengdu para proporciona apoyo en salud mental y formación y está analizando la posibilidad de expandir el este componente en sus operaciones.
En los últimos cuatro días, MSF ha estado apoyando médicamente al hospital en Hanwang, ciudad de Mianzhu, aproximadamente a 60 kilómetros al este del epicentro. El hospital ha sufrido severos daños en la estructura y todas las actividades médicas se llevan a cabo en tiendas de campaña cerca del hospital. La mayoría de los pacientes que fueron gravemente heridos por el seísmo han sido ya referidos a otras estructuras y el hospital, actualmente, ofrece atención primaria a las personas que están viviendo en tiendas, refugios temporales o que continúan en sus casas.
Un equipo de dos nefrólogos de la Universidad de Gante en Bélgica y uno de Hong Kong, especialistas en el síndrome de aplastamiento y que trabajan en colaboración con MSF, finalizaron ayer su intervención en Sichuan. A través de conferencias y formación en el diagnóstico y tratamiento de esta dolencia, han compartido su experiencia en cuatro de los principales hospitales en la capital de la provincia de Chengdu, donde han sido trasladados muchas de las víctimas del seísmo. Además, han donado material para hacer diálisis al hospital provincial de Sichuan. El síndrome de aplastamiento consiste en que el tejido muscular dañado debido a lesiones graves puede despedir importantes cantidades de toxinas que pasarán a la sangre provocando fallo renal. Si no se trata, el síndrome del aplastamiento puede ser mortal.
Los equipos de MSF están llevando a cabo evaluaciones en la región afectada, buscando especialmente las necesidades médicas y de refugio. Los equipos han encontrado que la respuesta de comida, agua, saneamiento e higiene es en gran parte adecuada en la mayoría de las localidades y la reconstrucción ya ha empezado en algunas.
Esta semana, equipos de MSF seguirán evaluando las necesidades en la región afectada y proporcionando asistencia donde sea necesario. Actualmente, 34 trabajadores de MSF están trabajando en las zonas afectadas de la región.
MSF trabaja en China desde 1988. En el momento del terremoto, el personal de MSF estaba trabajando en Nanning, en la región autónoma de Guangxi Zhuang, donde la organización lleva a cabo un proyecto de VIH/sida desde2003. A principios de 2008, MSF traspasó otro proyecto de VIH/sida en Xiangfan, provincia de Hubei, a las autoridades chinas.