El acceso a medicamentos esenciales para la vida a precios accesibles se verá amenazado en aquellos lugares en los que más se los necesita si Estados Unidos insiste en implementar políticas restrictivas de propiedad intelectual en el marco del Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico (TPP, por sus siglas en inglés), advirtió la organización internacional humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF).
Mientras la octava ronda de negociaciones a puertas cerradas del TPP comienza esta semana en la ciudad de Chicago, borradores de documentos que se filtraron sobre la posición de Estados Unidos indican que el Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) está solicitando fuertes restricciones sobre propiedad intelectual que van más allá de lo requerido por el derecho comercial internacional, y que dejan de lado compromisos previos suscriptos para proteger la salud pública en acuerdos comerciales.
Nuestra experiencia alrededor del mundo muestra que los programas de tratamiento de MSF y las vidas de nuestros pacientes dependen de la disponibilidad de medicamentos genéricos de calidad y a precios accesibles, explica Sophie Delaunay, directora ejecutiva de la oficina de MSF en Estados Unidos. Lo que aquí estamos viendo es que Estados Unidos y la industria farmacéutica están tratando de imponer algunas de las protecciones de patentes más severas que hayan existido, retrasando significativamente el ingreso de medicamentos genéricos en los países que suscriban al TPP, y generando así una contradicción fundamental entre las políticas comerciales de Estados Unidos y sus compromisos a favor de la salud global.
El TPP, que por ahora incluye a nueve países Australia, Brunei, Chile, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Estados Unidos , es presentado como un vehículo para la integración económica en la región Asia-Pacífico y como un modelo para futuros tratados de comercio regionales. Como tal, si se incluyen políticas de propiedad intelectual restrictivas, el TPP tiene el potencial de disminuir de forma considerable el acceso a medicamentos genéricos para millones de personas en países en desarrollo, algunos en los cuales MSF trabaja.
El documento filtrado sobre la posición del USTR revela que Estados Unidos se encuentra presionando a sus socios comerciales, incluyendo países en desarrollo, para que efectivamente bajen los estándares para otorgar patentes, limiten la capacidad de cuestionar patentes, y creen nuevas formas de observancia de la propiedad intelectual todas ellas, medidas que demoran el ingreso de drogas genéricas más accesibles.
Intercambios entre el Congreso estadounidense y USTR indican que Estados Unidos propondrá otras duras medidas que efectivamente demorarán el ingreso de medicamentos genéricos. Estas medidas podrían incluir la extensión de patentes que alargarían monopolios por más de 20 años; la creación de enlace de patentes, que retrasará la aprobación regulatoria de medicamentos genéricos; y plazos más extendidos de exclusividad de datos, que restringen aún más el acceso a los datos clínicos necesarios para la aprobación de drogas genéricas de forma expeditiva.
Si estas medidas son adoptadas, representarían un gran paso atrás respecto a compromisos previos de los Estados Unidos sobre salud a nivel global, incluyendo la Nueva Política Comercial bipartidaria de Estados Unidos de 2007, en la que el Congreso y la administración de Bush acordaron respetar importantes protecciones a la salud pública en futuros acuerdos comerciales. Estas salvaguardias dan a los gobiernos y los pacientes de países en desarrollo cierto alivio ante las regulaciones de propiedad intelectual más estrictas, cuando están en juego necesidades de salud pública.
La competencia entre productores de medicamentos genéricos es lo que, por ejemplo, permitió la reducción del precio de la primera generación de medicamentos para el VIH en más del 99% a lo largo de la última década, desde US$10.000 anuales por persona en el 2000, hasta un mínimo de US$60 por persona al año hoy en día. Esta dramática caída en el precio ha jugado un rol fundamental a la hora de ayudar a expandir el tratamiento de VIH / Sida a más de seis millones de personas en países en desarrollo.
Restringir la competencia de genéricos también tiene implicaciones para las propias políticas de ayuda internacional del gobierno de Estados Unidos. El Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés) depende de forma predominante de la compra de medicamentos antirretrovirales genéricos, y ha reportado ahorros significativos gracias a la compra de medicamentos genéricos. Vietnam, uno de los signatarios del TPP, es además un beneficiario de las ayudas de PEPFAR.
MSF urge a Estados Unidos a que frene la erosión de garantías de salud pública arduamente conseguidas, incluyendo aquellas enmarcadas en la ley internacional y en su Nueva Política Comercial de 2007, y a que mantenga sus compromisos previos en lo que respecta al apoyo para la competencia de genéricos y a la promoción del acceso a medicamentos, dijo Judit Rius Sanjuan, coordinadora en Estados Unidos de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF. Las políticas que restringen la competencia truncan nuestra habilidad para mejorar las vidas de millones de personas con tratamientos accesibles.
Aunque las partes que negocian el TPP no están obligadas a exponer sus posiciones de negociación a escrutinio público (sólo el texto final acordado estará disponible públicamente), MSF cree que las negociaciones comerciales regionales y bilaterales, incluido el TPP, deben ser conducidas de manera abierta y transparente, permitiendo la participación de la sociedad civil y otros actores relevantes, asegurando así que las necesidades de salud pública reciban la atención adecuada.