Alarmante incremento en el número de refugiados que llegan a las islas griegas

© Alexandros Kataropoulos/MSF

En enero se registró un aumento del 145% con respecto al mismo mes del año pasado y las cifras continúan creciendo.

De entre todos los sirios que se ven obligados a huir de la guerra y de la violencia, cada vez son más los que están utilizando la ruta del este del Mar Mediterráneo para llegar a Europa, lo que está provocando que un número sin precedentes de refugiados esté llegando hasta las islas griegas del Dodecaneso. Los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados que logran llegar tienen que soportar condiciones de vida poco dignas y apenas tienen acceso a los servicios sanitarios. Médicos Sin Fronteras (MSF) pide que se establezca de manera urgente un sistema de recepción y acogida para todas estas personas que sea adecuado y funcional.

Desde el mes de marzo, el equipo de MSF que proporciona atención médica a los refugiados en las islas griegas ha sido testigo del importante incremento en el número de personas que llegan a las islas del Dodecaneso. A lo largo de las últimas semanas, un promedio de unas 100 personas por día han entrado en Grecia desde las islas. Este nivel de llegadas es similar al que se alcanzó el año pasado en los meses de verano, que es cuando tradicionalmente se producen más intentos de llegar hasta Europa por vía marítima. Si en todo el mes de enero llegaron unas 450 personas, el día 8 de abril, en tan sólo una jornada, hasta 180 refugiados pusieron pie en territorio griego. La mayoría de los refugiados son sirios, aunque también hay afganos y subsaharianos. El cierre y blindaje de las fronteras terrestres de la UE no deja otra opción a los refugiados y a los migrantes que la de utilizar la vía marítima para tratar de solicitar asilo en Europa.

 

Sin apenas asistencia

«No existe un sistema de recepción propiamente dicho. En Leros se habilitó una estructura para acoger a los migrantes, pero no se está haciendo uso de ella. Durante la primera semana de abril, la comisaría de policía de Kos estaba abarrotada; llegaron a concentrarse hasta 200 migrantes en sus dependencias, y entre ellas había un gran número de mujeres embarazadas y de niños. El espacio que tenían era muy limitado y apenas dispusieron de ningún tipo de asistencia”, explica Stathis Kyrousis, coordinador general de MSF en Grecia. Mientras esperaban a que se completasen los procedimientos administrativos, algunos de los inmigrantes tuvieron que dormir en el patio de la comisaría durante toda la noche. «Todos los que llegan deberían poder contar con refugio y aseos, deberían poder recibir alimentos de una manera organizada y deberían poder tener acceso a la asistencia sanitaria básica».

A mediados de febrero, MSF reabrió sus proyectos para proporcionar atención médica y distribuir artículos de primera necesidad a los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes que llegan en patera a las islas griegas. Desde su primera intervención en las islas el año pasado, y a pesar de las diversas solicitudes dirigidas a los ministros pertinentes, MSF no ha visto ninguna mejora en las condiciones de acogida y sigue echando en falta una voluntad política para implementar cambios significativos en la prestación de asistencia a los refugiados.

De acuerdo con las últimas cifras que han hecho públicas las autoridades con respecto al número de llegadas que se producen en las islas del Dodecaneso, en enero de 2015 hubo un aumento del 145% (de 186 a 457) con respecto al mismo mes del año anterior. De manera general, en todo Grecia, el número de recién llegados ha pasado de 1.070 en la última semana de febrero a 2.212 en la última semana de marzo.

Mientras que el número de personas que llega a Italia desde Libia a través de la ruta central del Mediterráneo se incrementó en los dos primeros meses de este año (en un 59% en enero y un 33% en febrero), hubo una significante caída (del 59%) en el número de personas que llegaron a través de esta ruta en marzo.

 

No hay plan de contigencia

MSF muestra su preocupación ante la posibilidad de que la situación en las islas griegas empeore si no se hace nada para prepararse para esta llegada masiva. Las autoridades griegas y la Unión Europea tienen que acordar con urgencia un plan de contingencia para hacer frente a las necesidades que puedan surgir. “No estamos aún en la temporada alta, que habitualmente llega entre julio y septiembre y esto ha hecho sonar las alarmas para todos nosotros. De continuar con este incremento en el número de llegadas, mucha más gente tendrá que ser asistida en los próximos meses de verano”, dice Kyrousis.

“Vemos que puede producirse un posible cambio en la tendencia migratoria como resultado de la creciente inestabilidad en Libia y las restricciones de visado impuestas a los sirios por parte de Argelia y Líbano. Hoy en día ya no vemos tantos sirios como antes en los desembarcos en Italia”, dice Manu Moncada, coordinador de operaciones para migración de MSF. “Los ciudadanos sirios se quedan con pocas opciones de llegar a Europa en busca de protección”, agregó.

Actualmente en Kos, un equipo de MSF está llevando a cabo análisis para identificar los grupos más vulnerables, como las mujeres embarazadas y los menores de edad, y proporcionarles consultas médicas. Desde mediados de marzo hasta principios de abril, MSF ha hecho alrededor de 500 consultas médicas y ha distribuido 500 kits de materiales de primera necesidad que incluyen jabón, peines, cepillos de dientes y toallas. También repartió 1.100 sacos de dormir y 300 mantas.

 

 

Desde 2008, MSF ha estado respondiendo a las urgentes necesidades médicas y humanitarias de los migrantes recién llegados a Grecia, así como a solicitantes de asilo y migrantes en detención administrativa. En colaboración con dos organizaciones griegas, MSF también está proporcionando rehabilitación médica en Atenas para víctimas de la tortura.

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