La atención médica a la población afectada por la guerra debe estar garantizada.
Todos los bandos envueltos en la guerra de Yemen están mostrando un total desprecio por las normas que rigen los conflictos bélicos, según Médicos Sin Fronteras (MSF). En los tres últimos meses, han sido atacadas en este país tres estructuras sanitarias apoyadas por la organización internacional.
“La forma en la que se combate en Yemen está causando un enorme sufrimiento a la población, y muestra que ninguno de los bandos reconoce o respeta el estatuto que protege los hospitales y las instalaciones médicas”, afirma Raquel Ayora, directora de Operaciones de MSF. “A diario somos testigos de las devastadoras consecuencias que esto tiene en la población que ha quedado atrapada en las zonas de conflicto”, añade. Los bombardeos masivos contra blancos civiles se vienen produciendo desde el mismo momento en que comenzó la guerra en marzo de 2015. “No se respeta nada, ni siquiera los hospitales, y eso a pesar de que las estructuras médicas están explícitamente protegidas por el Derecho Internacional Humanitario”, denuncia Ayora.
Los servicios médicos apoyados por MSF en Yemen han sido atacados cuatro veces en menos de tres meses, con una escalada en la gravedad y consecuencias de dichas agresiones. El primer ataque se produjo el 26 de octubre de 2015, cuando cazas de la Coalición liderada por Arabia Saudí bombardearon repetidamente un hospital en el distrito de Haydan, en la provincia de Saada (norte). El 2 de diciembre, una clínica móvil de MSF fue alcanzada por un bombardeo aéreo en el distrito de Al Huban, en la provincia meridional de Taiz; una persona murió y otras ocho resultaron heridas, entre ellas dos trabajadores de MSF. Ya en 2016, el 10 de enero, fue atacado el hospital Shiara, al que MSF apoya en el distrito de Razé (también en Saada); seis personas murieron y otras siete resultaron heridas, en su mayoría personal médico y pacientes. Y el pasado 21 de enero, de nuevo en Saada, el conductor de una ambulancia murió tras ser alcanzado el vehículo en una serie de bombardeos aéreos que también provocaron al menos seis muertos y decenas de heridos. MSF sigue a la espera de alguna explicación oficial sobre estos ataques.
“Vemos que cada vez más estos ataques contra instalaciones médicas se minimizan o son definidos como errores”, lamenta Ayora. “La semana pasada, el secretario del Foreign Office británico negó que Arabia Saudí haya incumplido deliberadamente el Derecho Humanitario en Yemen, de lo que se infiere que resulta tolerable que un hospital sea bombardeado por error. Esa lógica es ofensiva e irresponsable”.
MSF ha decidido solicitar una investigación independiente a cargo de la Comisión Internacional Humanitaria de Encuesta (CIHE) sobre el ataque del pasado 10 de enero contra el hospital Shiara. MSF ya pidió la intervención de este organismo tras el bombardeo del Ejército estadounidense contra su hospital en Kunduz (Afganistán); en este caso, MSF sigue esperando una respuesta oficial del Gobierno de Estados Unidos sobre si permitirá o no la investigación. La CIHE es el único organismo de investigación de carácter permanente con mandato para investigar posibles violaciones del Derecho Internacional Humanitario en el marco de las Convenciones de Ginebra.
Existe una creciente sensibilidad acerca de la importancia de proteger las instalaciones médicas, y es una cuestión que está ganando impulso político: ha llegado por tanto el momento de tomar decisiones e ir más allá de meras declaraciones de indignación y condena.
“Cuatro centros médicos de MSF o apoyados por nosotros en Yemen y Afganistán han sido atacados”, recuerda la presidenta internacional de MSF, Joanne Liu. “¿Va a ser esto la norma a partir de ahora? ¿Cada mes va a ser atacado un hospital de MSF? ¿Cuántos hospitales están siendo atacados en Yemen y otros países en guerra, cuyo personal médico no puede denunciarlo con la fuerza con la que puede hacerlo MSF? Nos negamos a aceptar que haya total impunidad en este asunto. Necesitamos urgentemente garantías de las partes en conflicto de que los hospitales operativos no son en ningún caso blancos legítimos”, añade.
MSF trabaja en las provincias yemeníes de Ad Dali, Adén, Saná, Saada, Amrán, Taiz, Ibb y Hajjah. Desde el inicio de la actual crisis, en marzo de 2015, los equipos de MSF han atendido a más de 20.000 heridos de guerra y han hecho llegar más de 790 toneladas de material médico. MSF gestiona 11 hospitales y centros médicos, y presta apoyo a otras 18 estructuras de salud. El sistema yemení de salud apenas funciona, por lo que MSF proporciona amplios servicios médicos que no son solo de urgencias.