Para llevar atención médica a lugares donde el acceso es muy difícil, un traslado rápido puede salvar vidas. Para esto, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) suelen usar camionetas 4×4, helicópteros y motos. Sin embargo, en ciertos casos, para que la ayuda llegue más rápido y puedan llevar adelante su trabajo, tienen que recurrir a vehículos un poco más tradicionales: las bicicletas.
Las imágenes que componen esta fotogalería cuentan acerca de estos traslados realizados por el personal de Médicos Sin Fronteras (MSF) a lo largo de los años, pero también, hacen hincapié en el uso de las bicicletas como una de las opciones eficientes a la hora de desplazarse en lugares donde de otra manera sería casi imposible.
Personal de Médicos Sin Fronteras (MSF) visitó las aldeas remotas ubicadas en las zonas fronterizas de Andhra Pradesh y Chhattisgarh, en India, para evaluar las necesidades de atención médica en la zona.
Los equipos de MSF enfrentan múltiples desafíos para llegar a las comunidades más remotas en República Democrática del Congo. El estado de las rutas, cuando existen, hace que el acceso sea muy difícil. MSF trabaja en RDC desde 1977, ofreciendo atención médica a víctimas de conflictos y violencia, personas desplazadas, víctimas de epidemias o pandemias como el cólera, el sarampión y el VIH/SIDA. También ha estado en la línea de frente de la respuesta a los brotes de Ébola que han afectado al país en las últimas décadas.
La doctora Erna Rijnierse saliendo del hospital Am Timan, en la región de Salamat, Chad. MSF ha trabajado en Chad durante los últimos 37 años. La Unidad de Respuesta de Emergencia proporciona atención médica rápida a las emergencias epidémicas, a través de un tratamiento de calidad gratuito y de campañas de vacunación.
En Kabalo, una localidad de la RDC, la malaria es endémica por un período relativamente largo. Es la principal causa de morbilidad y mortalidad en niños menores de 5 años. Según las personas mayores del lugar, el cambio climático se refleja en las lluvias más frecuentes y densas que contribuyen al aumento de las zonas pantanosas. Al mismo tiempo, el cultivo de arroz se intensifica y el clima tropical crea una atmósfera muy húmeda favorable para la aparición de los mosquitos.
Los equipos de MSF intentan llegar a las comunidades y a los centros de salud aislados en Chimanimani, Zimbabwe, luego de que el acceso quedara cortado tras el ciclón Idai que afectó a esta zona el pasado 14 de marzo. Algunos de estos centros solo son accesibles a pie o en bicicleta.
Un niño con su bicicleta en el campo de tránsito de la localidad de Gwoza, en el noreste de Nigeria, donde los desplazados se alojan antes de que les sean dadas las carpas familiares. Las bicicletas son ampliamente utilizadas en esta región para viajar entre las ciudades y los pueblos. Más de 1,9 millones de personas han sido desplazadas debido al conflicto entre grupos armados no estatales y el ejército en el noreste de Nigeria. Los equipos de MSF brindan atención médica en proyectos en Gwoza, Maiduguri, Monguno, Ngala y Pulka, mientras que los de emergencia responden a brotes de enfermedades y otras necesidades humanitarias urgentes.
Dos niños conducen sus bicicletas detrás de la camioneta de MSF en la localidad de Bentiu, centro administrativo, político y comercial del antiguo Estado de Unidad en Sudán del Sur. La violencia a lo largo de los años ha dejado al pueblo en ruinas y con huellas signos de la guerra en todas partes.
Adrien Ade, 49 años, padre de 14 hijos, vive en la aldea de Zobia, al noreste de la RDC. Fue diagnosticado con la enfermedad del sueño en una de las clínicas móviles de MSF. Adrien apoya a su familia mediante la venta de productos. A veces monta su bicicleta y se dirige a lugares que quedan a más de 200 km de su casa.