La epidemiología ha demostrado que la atención simplificada y descentralizada de la hepatitis C puede integrarse en los servicios de salud públicos y rurales en entornos con recursos limitados, manteniendo altas tasas de seguimiento de pacientes, eficacia y seguridad del tratamiento.
Esta prueba de concepto fue realizada por Médicos Sin Fronteras (MSF) y Epicentre en Camboya, donde ejecutó un estudio paralelo de seroprevalencia del virus de la hepatitis C (VHC),y apoya la extensión de este modelo de atención a otros países o regiones.
La hepatitis C se produce como resultado de una infección por el VHC, que se transmite principalmente por vía sanguínea. La enfermedad puede permanecer en silencio durante muchos años. Si no se diagnostica y se trata a tiempo, puede provocar cirrosis (cicatrización del hígado) e incluso cáncer de hígado. En la actualidad, existen combinaciones de antivirales de acción directa (AAD) que bloquean la replicación del virus y tienen una eficacia superior al 95% en la población general. Como parte de un programa con el Ministerio de Salud de Camboya, establecimos un proyecto para detectar y tratar la hepatitis C, primero en Phnom Penh y luego en la provincia de Battambang.
Evaluar la incidencia de la enfermedad para definir proyectos adaptados
La epidemióloga de Epicentre, Emily Lynch, también realizó un estudio en esta provincia rural del noroeste de Camboya para evaluar la tasa de infección por el VHC y los factores de riesgo asociados. Buscó signos del virus en 5.098 personas en 3.616 hogares. Se detectaron anticuerpos que indicaban la presencia del virus en el 2,6% de las personas mayores de 18 años y en el 5,1% de las mayores de 45 años.
Fue el primer estudio de esta magnitud en Camboya. La encuesta mostró que la seroprevalencia del VHC aumenta con la edad y es inversamente proporcional al nivel educativo. Esta seroprevalencia del VHC, particularmente alta entre las personas mayores de 45 años, es probablemente el resultado de atención médica como inyecciones, cirugías, donaciones y transfusiones de sangre o atención dental donde no hay un acceso amplio a equipos médicos desechables. Este estudio también muestra que los programas de detección de la enfermedad deben dirigirse a las personas mayores de 45 años.
Un modelo de atención probado y simplificado
En Camboya, el 76% de la población vive en zonas rurales con acceso limitado a la atención médica. Los centros de salud existentes brindan atención médica primaria, que es proporcionada por personal de enfermería la mayoría de las veces. De 2016 a 2018, en colaboración con el personal del Hospital Preah Kossamak en Phnom Penh (administrado por el gobierno), pusimos en marcha un modelo simplificado de atención para personas con el VHC.
«Este modelo se basa en el uso de pruebas de diagnóstico rápido, menos visitas de seguimiento y pruebas biológicas, y la transferencia de muchas tareas clínicas del personal médico al personal de enfermería y farmacéutico«, explica Mickael Le Paih, nuestro jefe de misión en Camboya.
Este modelo, que nunca se había utilizado en otro lugar, fue evaluado posteriormente por Meiwen Zhang, epidemióloga de Epicentre, para determinar su eficacia. De los 540 pacientes con el VHC a quienes se les realizó seguimiento entre marzo de 2018 y enero de 2019, el 98,7% recibió una consulta médica inicial. De ellos, 530 pacientes iniciaron el tratamiento con AAD; 485 en un centro de salud, y las otras 45 personas en un hospital de referencia. La atención en los centros de salud comunitarios estuvo a cargo del personal de enfermería. Un total de 466 pacientes completaron el tratamiento, con una carga viral suficientemente baja en el 98,5% de los pacientes que se consideraron curados.
El análisis epidemiológico mostró que el modelo de atención altamente simplificado y descentralizado desarrollado por MSF en un sistema de salud público y rural puede garantizar un buen seguimiento del paciente sin comprometer la efectividad y seguridad del tratamiento.
«Estamos seguros de que este modelo se puede replicar en otros entornos con recursos limitados para mejorar el acceso a la atención de las personas con el VHC. Su modelo debería ayudar a reducir las barreras para la atención de 58 millones de personas* que se estima viven con hepatitis C en todo el mundo, y así contribuir para reducir el impacto de esta enfermedad«, dice Le Paih.
* http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/342808/9789240030985-eng…