Cinco nuevas oposiciones presentadas en India y Argentina contra patentes de nuevas medicinas cruciales para tratar la hepatitis C forman parte del último empuje global para asegurar que el tratamiento esté al alcance de las personas que lo necesitan. Estas oposiciones a patentes podrían remover barreras a la producción y distribución de versiones genéricas asequibles para medicamentos antivirales de acción directa (DAA, por sus siglas en inglés), incluyendo sofosbuvir, daclatasvir y velpatasvir.
El 13 de febrero de 2017 en India, la Iniciativa para Medicamentos, Acceso y Conocimiento (I-MAK, por sus siglas en inglés) junto con la Red de Personas Positivas de Delhi (DNP+) y con el apoyo de Médicos Sin Fronteras (MSF), presentaron cuatro casos: dos oposiciones a la patente de daclatasvir, una sobre velpatasvir y una cuarta oposición a la de sofosbuvir. De forma separada, en Argentina, la Fundación Grupo Efecto Positivo (FGEP) presentó una oposición a la patente de sofosbuvir con el apoyo de I-MAK.
Las presentaciones de hoy son un nuevo esfuerzo para revertir las estrategias abusivas de las corporaciones farmacéuticas como Gilead, que explotan las fallas en el sistema de patentes para obtener patentes injustificadas que impiden la competencia de genéricos.
“Ochenta millones de personas en todo el mundo están viviendo con Hepatitis C, necesitamos un mayor rango de tratamientos combinados disponibles a un precio asequible. Con las patentes impidiendo la competencia genérica, el tratamiento sigue teniendo costos prohibitivos en muchos países”, dice Jessica Burry, farmacéutica de la Campaña de Acceso a Medicamentos de MSF. “Sofosbuvir, velpatasvir y daclatasvir son todos medicamentos cruciales para nuestra primera línea de opciones de tratamiento para curar a pacientes con hepatitis C y detener la progresión de enfermedades del hígado”.
Las patentes de los medicamentos no sólo impiden la producción o importación de versiones genéricas asequibles, sino que también restringen la innovación progresiva que podría beneficiar a los pacientes.
Hace más de una década, por ejemplo, se superaron las barreras de patentes para permitir la competencia genérica de medicamentos antirretrovirales (ARV), los utilizados para tratar el VIH. Esto llevó a una disminución de un 99% en los precios, garantizando así el acceso al tratamiento a más de 18 millones de personas hoy en día. La ausencia de barreras de patentes también permitió a los fabricantes farmacéuticos de genéricos desarrollar combinaciones mejoradas de tratamientos de ARV y nuevas formulaciones para responder a necesidades insatisfechas de los pacientes.
Hay múltiples barreras de patentes que impiden la manufactura o importación de medicamentos DAA de calidad y a bajo costo, particularmente en países de ingresos medios y altos. Las objeciones a patentes – u oposiciones como son comúnmente conocidas – son una estrategia para abrir el acceso a millones de personas sin opciones de tratamientos asequibles, luego del comprobado fracaso de otras estrategias como la conversación directa con las corporaciones farmacéuticas.
“Junto a grupos de la sociedad civil, hemos presentado objeciones legales a múltiples patentes inválidas en tres drogas diferentes para la hepatitis C”, dijo Tahir Amin, Director de Propiedad Intelectual de I-MAK. “Es tiempo de oponerse al desenfrenado poder que las corporaciones farmacéuticas han mantenidos a través del abuso del sistema de patentes”.
Las personas viviendo con VIH, en colaboración con organizaciones de salud y grupos de asistencia legal, han presentado ya objeciones a patentes por “evergreening” (reverdecimiento de patentes) para el sofosbuvir en varios países. Por “evergreening” se conoce a la práctica de presentar patentes adicionales para extender la duración del control monopólico sobre un producto. Estas objeciones han reducido exitosamente la duración del monopolio del sofosbuvir en la Unión Europea y revocado una patente clave del sofosbuvir en China y Ucrania. Hay decisiones pendientes sobre objeciones al sofosbuvir en otros países, incluyendo Argentina, India, Brasil, Rusia y Tailandia.
“Ejerciendo presión sistemática para remover las patentes y las barreras regulatorias que bloquean la producción de versiones genéricas más asequibles de medicamentos antivirales de acción directa usados para tratar la hepatitis C, la sociedad civil y las comunidades vulnerables ya han apoyado la introducción de competencia genérica en India y Egipto, donde los precios se redujeron a menos de $300 dólares por un tratamiento de 12 semanas el año pasado”, dijo Leena Menghaney, Responsable de la Campaña de Acceso a Medicamentos de MSF para el Sur de Asia. “Pero los beneficios de esta reducción de precios no están disponibles para todos los que necesitan tratamiento, particularmente aquellas personas que viven en países de ingresos medios con grandes cargas de hepatitis C”.
Los proveedores de genéricos de Egipto e India enfrentan múltiples barreras de propiedad intelectual en el registro y exportación de medicinas DAA a varios países de ingresos medios. Mientras que los acuerdos de licencia celebrados entre compañías genéricas de India y corporaciones farmacéuticas permiten el acceso a medicamentos de bajo costo en India y países menos desarrollados, el mayor peso de hepatitis C se encuentra por lejos en países de ingresos medios. Muchos de estos países, incluyendo China, Ucrania, Tailandia, Malasia y Brasil, están excluidos de los acuerdos de licencias que podrían habilitar la importación del material crudo (ingredientes farmacéuticos activos, o APIs) o formulaciones terminadas de medicamentos DAA.
“A pesar de la cantidad de muertes causadas por la epidemia de hepatitis C, los laboratorios Gilead y Bristol-Myers Squibb aún tienen demasiado control sobre quién puede acceder a medicamentos DAA que pueden salvar vidas. Esta falta de acceso le está costando la vida a las personas”, dijo Loon Gangte, Coordinador Regional de la Coalición para la Preparación del Tratamiento en Asia del Sur y fundador de DNP+.
“Millones de personas en India no pueden pagar los tratamientos genéricos estrictamente licenciados por Gilead y BMS, y millones de personas en países de ingresos medios y altos no pueden adquirir legalmente los medicamentos que se están produciendo actualmente en países como India y Egipto.
Necesitamos una cadena de abastecimiento sustentable de medicamentos de calidad y bajo costo para la hepatitis C, con el objetivo de salvar vidas y contener a la enfermedad en todos los países”.