En este tiempo atendimos a más de 4.000 habitantes de esta ciudad y conseguimos enfatizar la importancia de la salud mental en pacientes víctimas de conflicto, violencia en general y violencia sexual. En adelante, allí se mantendrá una base de operaciones desde la que nuestros equipos de emergencia podrán desplazarse a las zonas del departamento de Nariño en donde se requiera su presencia.
Durante cuatro años y medio Médicos Sin Fronteras estuvo en Tumaco trabajando en atención en salud mental a víctimas de conflicto armado y otras situaciones de violencia, sobrevivientes de violencia sexual (VS) y desde 2016 en interrupción voluntaria del embarazo (IVE). La intervención se concentró en dos frentes: la parte clínica y la comunitaria.
En primer lugar, la intervención clínica se hizo con atención terapéutica en salud mental individual, grupal y de familia, y con atención integral para las víctimas de VS, así como con la interrupción voluntaria del embarazo para con menos de 12 semanas de gestación. En ese tiempo atendimos alrededor de 4.000 personas en terapia clínica de salud mental, casi 1.000 sobrevivientes de VS, y realizamos alrededor de 85 IVES.
Desde la parte comunitaria el enfoque estuvo dirigido a los barrios más vulnerables con psicoeducación y sensibilización en los diferentes temas y en formaciones para dejar capacidad instalada en la comunidad. De estas actividades fueron beneficiarias alrededor de 24.000 personas de la comunidad. Asimismo, atendimos emergencias por situaciones de desplazamiento forzado y confinamiento en el departamento de Nariño, cuando se identificó algún vacío en la atención desde la parte de salud.
En este tiempo hemos logrado avances muy importantes. Pudimos posicionar el tema de salud mental y la importancia de tratar los casos de violencia sexual como una urgencia médica. También vemos cómo las comunidades se han vuelto más conscientes de la importancia de la salud mental y conocen que existen estos servicios en el sistema público. También sensibilizamos sobre la importancia del acceso a un aborto seguro para evitar las complicaciones que se pueden presentar en los procedimientos irregulares y las muertes maternas y sobre la urgencia de atender integralmente una violencia sexual.
Sin embargo, por ser una organización de atención médica-humanitaria cuyos recursos no son ilimitados, nos vemos obligados a concluir este proyecto en la ciudad. Es momento de que las instituciones públicas, a las que MSF nunca pretende sustituir, se responsabilicen de este servicio (acceso a IVE incluido). En Tumaco hay un sistema de salud que, con intervención de otras instituciones, podría dar una respuesta adecuada a las afectaciones. Es importante recordar que ningún proyecto de MSF busca reemplazar las ofertas o responsabilidades del Estado, nuestra dinámica de trabajo es apoyar por un periodo de tiempo a la institucionalidad.
Con todo, esta decisión no implica que en Tumaco no persistan las condiciones de violencia que afectan la salud mental de la población. Por eso mantendremos nuestra presencia en la ciudad y la región a través de un equipo de emergencias basado en Tumaco que estará monitoreando la situación en Nariño y desplazándose a los lugares donde sea necesario.