Un robo a mano armado ocurrió en una clínica de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Pibor, Sudán del Sur, durante la madrugada del jueves 13 de julio. Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) condenamos fuertemente el incidente, que resultó en lesiones a dos miembros de nuestros equipos y nos obligó a reubicar a algunos miembros del personal. Este hecho sigue a un incidente previo en febrero de 2016 cuando la clínica en Pibor fue saqueada. Nuestros equipos están sorprendidos por estos repetidos incidentes de seguridad, lo que impide fuertemente nuestra capacidad de brindar asistencia médica de emergencia.
El día del incidente, el jueves alrededor de la 1:30 de la madrugada, seis a diez hombres armados no identificados irrumpieron en la instalación e hirieron a dos miembros del personal después de amenazar a otros miembros del equipo con armas. Equipos de oficina, incluyendo teléfonos y computadoras, fueron robados. Debido a la naturaleza violenta del ataque, decidimos retirar parcialmente a nuestros equipos para reevaluar la situación de seguridad en Pibor.
Condenamos firmemente este incidente y el hecho de que los robos y saqueos ocurren regularmente en Pibor y en otras áreas del país. Este ataque en Pibor es el último de una serie de eventos, en los últimos seis años, que han obligado a Médicos Sin Fronteras (MSF) a reducir las actividades por períodos de tiempo, dejando a los pacientes con poco acceso a la asistencia médica. «MSF es la única organización que presta servicios médicos especializados muy necesarios, como la cirugía básica en el área de Pibor», dice Fernando Galvan, jefe de misión de MSF en Sudán del Sur. «Este evento nos obligó a evacuar a parte de nuestro equipo y a reducir nuestras actividades en un momento en que la gente necesita desesperadamente atención médica».
La clínica en Pibor es un centro médico con 37 camas donde administramos el departamento de pacientes ambulatorios, la sala de hospitalización, la sala de maternidad y el laboratorio. También, proporcionamos mensualmente más de 6.300 consultas ambulatorias en Pibor. En las últimas semanas, hemos visto un aumento en el número de pacientes que acuden a la clínica con desnutrición aguda y nuestros equipos han estado trabajando duro para brindar asistencia a las personas necesitadas, no solo en las instalaciones de Pibor, sino también en las unidades de atención primaria de Likonguele y Gumuruk. Con el inicio de la temporada de lluvias, el área ahora también enfrenta el creciente riesgo de malaria.
Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) reiteramos nuestro llamado a todos las partes en conflicto para que respeten el derecho internacional, que protege a los civiles, instalaciones médicas y la prestación de asistencia humanitaria. “Estamos haciendo todo lo posible para proporcionar asistencia médica esencial a las personas que necesitan desesperadamente nuestra ayuda, pero necesitamos poder trabajar en un ambiente seguro. También necesitamos que nuestros pacientes se sientan seguros cuando vienen a la clínica. No deberían nunca tener que preocuparse por los ataques violentos que ocurren dentro de un centro médico. Los hospitales deben ser lugares seguros para los pacientes y para los trabajadores médicos que les proporcionan asistencia médica «, dice Galvan.