Todas las personas quieren tener el poder de dedicarle tiempo a su bienestar y de esta manera cuidar su salud emocional, física y mental. Pero sin información confiable y herramientas apropiadas, no siempre es posible. El autocuidado está cambiando el abordaje de la atención médica, ahora busca centrarse en equipar y encomendar a las personas para que asuman un papel central en su propia salud.
Para las mujeres y niñas, esto puede implicar un cambio importante para poder tomar decisiones sobre su propio cuidado, especialmente en un año donde la pandemia de COVID-19 ha tenido impactos secundarios potencialmente catastróficos en la salud de mujeres y niñas en todo el mundo, incrementando su exclusión a los servicios de salud sexual y reproductiva. En varios países donde Médicos Sin Fronteras (MSF) tiene actividades, pudimos observar que la salud de las mujeres se vio afectada durante la pandemia por cierres y recortes en los servicios de salud sexual y reproductiva, restricciones de movimiento, incluidas las prohibiciones de viaje, bloqueos y toques de queda; interrupciones de la cadena global de suministros y falta de información y orientación clara sobre salud pública.
Como organización médico-humanitaria, MSF está adoptando el autocuidado dentro de un enfoque centrado en el paciente, apoyando a las personas con el conocimiento y las habilidades para emprenderlo de manera segura, pero manteniendo el acceso a los servicios de salud formales cuando lo necesitan.
¿Qué es el autocuidado?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como «la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades y hacer frente a enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica».
El cuidado personal incluye:
- Autoevaluaciones, auto-éxamenes, autogestión de medicamentos, y administración de inyecciones.
- Autoconciencia, que abarca la autoayuda, la autoeducación, la autorregulación, la autoeficacia y la autodeterminación.
El autocuidado no se trata de que las personas tengan que estar a cargo de su propio cuidado de la salud sin apoyo; se trata de confiar parte de la gestión de su propia salud sí así lo desean. Esta práctica empodera a las mujeres porque les da acceso a información y servicios que les permiten decidir qué funciona mejor para ellas dándoles más opciones y autonomía. Además de permitirles ayudar y cuidar a otras personas en su comunidad, compartiendo información confiable entre pares, brindando atención como trabajadoras de salud de la comunidad y relacionándose con personas que viven las mismas experiencias y necesidades de salud.
En este Día Internacional de la Mujer queremos compartir algunos consejos para lograr empoderar a las mujeres y que de esta manera disfruten de vidas más saludables.
Consejos de autocuidado: gestionando tu salud
Ponete a cargo de tu propia salud al familiarizarte más con tu cuerpo y revisarlo regularmente. Compartimos algunas prácticas para asegurarte de que tu salud se mantenga en buenas condiciones.
Prestá atención a tu movimiento
Asegurate de que estás moviendo tu cuerpo de manera adecuada a lo largo del día: sentarte durante extensos períodos de tiempo puede causar problemas de salud a largo plazo. Levantate y estira por lo menos una vez por hora, y trata de ejercitarte durante 30 minutos todos los días.
Prestá atención a tus emociones
Cuidar tu salud mental es tan importante como cuidar tu salud física: tomate algunos minutos cada día para concentrarte en el presente, ser honesta con tus sentimientos, y practicar algunos ejercicios de respiración profunda.
Prestá atención a tu suelo pélvico
Fortalecer el suelo pélvico es importante para todas las personas, más allá de su género o edad. El entrenamiento del músculo pélvico, o los ejercicios de Kegel, deben realizarse diariamente. Apretá los músculos de tu zona pélvica (esos que usarías para detener la salida de orina), relajá durante cinco segundos, y repetí el proceso.
Prestá atención a tu exposición solar
Usá protector solar cuando estás afuera y estate atenta a cualquier cosa inusual en tus pecas, lunares o manchas en la piel. Revisá si hay cambios en su forma o color, o si sentís cualquier dolor o picazón en las marcas de la piel; su correcto cuidado y monitoreo puede evitar cáncer de piel.
Prestá atención a tus huesos
La salud de los huesos es importante en todas las etapas de la vida, particularmente para las mujeres. Asegurate de que estás incluyendo suficiente calcio en tu dieta y obteniendo la vitamina D fundamental, así como de que estás incluyendo ejercicios de levantamiento de peso en tu rutina diaria.
Prestá atención a tus pechos
Es importante tener consciencia de cómo tus pechos se ven y se sienten normalmente, para identificar si hay algún cambio. Notá cualquier bulto inquietante, hinchazón, sensibilidad o dolor, y compartí tus preocupaciones con tu doctor.
Responsabilizate por tu cuerpo
Nadie conoce tu cuerpo como vos. Involucrarte en tu salud aumenta tus probabilidades de mantener un bienestar sostenido en el tiempo. Conocé tus controles de salud preventivos, como las mamografías, los chequeos de cáncer de piel, y los estudios para detectar cáncer de cuello uterino, y planificalos regularmente. Estate atenta a cualquier síntoma para conversarlo con un profesional de la salud.