Desde comienzos de 2015, más de 100 mil solicitantes de asilo han huído de países como Eritrea, Siria, Somalia y Yemen, unidos en su deseo de escapar del conflicto, inestabilidad, persecución y acceso limitado a la asistencia humanitaria. Hay muchas rutas legales e ilegales a Europa, pero Libia es ahora el punto de tránsito más popular porque es políticamente inestable y tiene una costa larga y abierta.
En su camino por solicitar asilo y una vida más segura, las personas están pagando a contrabandistas para cruzarlos a través del Mar Mediterráneo en embarcaciones de pesca superpobladas e inseguras. En los primeros 5 meses de 2015, más de 1800 personas murieron.
Desde mayo, Médicos Sin Fronteras y MOAS (Migrant Offshore Aid Station) estuvieron respondiendo a la crisis a bordo del Phoenix y con dos embarcaciones adicionales, el Bourbon Argos y Dignity 1, operados directamente por MSF. Los equipos de MSF han asistido con más de 2290 rescates hasta ahora.
A continuación, las historias de cuatro personas de distintos países que comparten un objetivo en común: llegar a Europa.
Siria
Luego de 4 años de Guerra civil, y con ningún final de enfrentamientos a la vista, cuatro millones de sirios son ahora desplazados en la región sin perspectivas reales de reasentamiento o una vida más digna. Con opciones muy limitadas en el Medio Oriente, muchos están
Hacienda el arriesgado viaje a través del mar hacia otros países donde pueden solicitar asistencia humanitaria, encontrar trabajo y mandar sus hijos a la escuela. Huyen de Turquía hacia Grecia, a través de Jordania y Egipto, hacia las costas norte del Mar Mediterráneo.
Halil (no es su verdadero nombre) huyó del conflict en Siria con un grupo de amigos. No le dijo a su familia que se estaba yendo del país.
Yemen
Le tomó un mes a Sameer (no es su verdadero nombre) de 40 años llegar al Mar Mediterráneo. Viajó a través de Djibouti, Eritrea y Sudan antes de llegar finalmente a Libia.
Yemen está en medio de una Guerra regional, uno de los conflictos más graves en los que MSF está trabajando. Pagado de inestabilidad política, sequía y hambre, Yemen es también uno de los países más pobre de Oriente Medio. Las luchas actuales entre fuerzas del gobierno y rebeldes Houthi respaldados por Irán se volvieron tan intensas que los desesperados yemeníes están volando a través de Djibouti y Somalia para llegar a Libia, y así a través de botes, a Europa.
Somalia
Aasiya, (no es su nombre real), tiene 30 años y es la madre de siete niños. Dice que tres de ellos murieron y que perdió contacto con los otros cuatro. Huyó de Somalia buscando una nueva vida en un país más seguro.
Docenas de miles de somalíes se están uniendo a la migración masiva a través del Mediterráneo para escapar de un país que sufre inseguridad y violencia prolongas.
Muchos hacen el arriesgado viaje a través del desierto calcitrante entre Sudán y Libia, miles de ellos muriendo antes siquiera de llegar a la próxima parada, el barco del contrabandista. Antes de poder abordarlo, suelen estar encerrados en campos de detención o centros de contrabando.
Eritrea
Osman, (no es su verdadero nombre) tiene veinte años y viaja solo. Dice que dejó Eritrea porque no había ningún futuro para él en su país.
Se subió a un pequeño bote en Libia para llegar a Europa. Decidió pagarle a contrabandistas para llevarlo porque sintió que no había ninguna otra opción segura.
Las personas provenientes de Eritrea son uno de los grupos más grandes que abordan botes hacia Europa. Tratan de escapar de un gobierno opresivo, pobreza extendida y sequía.
Miles de jóvenes huyen de Eritrea cada año, para evitar el servicio military obligatorio que ellos comparan con la esclavitud. Refugiados y migrantes que transitan hacia Libia pueden enfrentar encarcelamiento, violación, tortura y secuestros (para pedir rescate) por parte de traficantes y contrabandistas, y otros abusos por grupos criminales armados.
Conclusión
Se teme que el 2015 sea el año más mortífero para aquellos arriesgando su vida para cruzar el Mediterráneo. Hasta ahora, murieron haciendo este viaje más de cinco veces el número de personas que el año pasado en el mismo período.
El mundo está enfrentando la crisis de refugiados más grande desde la Segunda Guerra Mundial, mientras al mismo tiempo gobiernos de Europa se muestran reticentes a proveer hospitalidad, protección y asistencia a aquellos que llegan a las costas europeas. Esto no puede seguir así. La unión europea tiene los medios y la responsabilidad para ampliar y mantener esfuerzos de búsqueda y rescate. Eso va a prevenir futuras muertes.
Sin embargo, los esfuerzos de búsqueda y rescate no son en sí mismos una solución, porque las personas continúan arriesgando sus vidas en las manos de contrabandistas mientras no haya rutas alternativas seguras para solicitar asilo en la unión Europea. Los gobiernos de la Unión Europea deben tomar su parte de la responsabilidad para hospedar los masivos números de refugiados que huyen hoy del conflicto.