La belleza de la zona puede engañar al visitante respecto a los graves problemas sanitarios que afectan a la población: escasean los centros de salud y el personal médico calificado, y las tasas de mortalidad materno-infantil son elevadas.
El terreno montañoso dificulta el acceso de las mujeres embarazadas a los centros de salud más cercanos, que pueden estar a más de 20 kilómetros. Por el mal estado de los caminos, las embarazadas y los enfermos a menudo se quedan atascados a medio camino mientras los trasladan, en coche o a caballo, hacia un centro de salud. Así se han perdido muchas vidas.
En un intento por reducir las tasas de mortalidad materno-infantil, MSF ha abierto dos casas de espera para madres embarazadas en las divisiones de Chire y Mejo. Estas casas albergan a mujeres embarazadas a punto de salir de cuentas procedentes de aldeas lejanas sin acceso a asistencia médica rápida, que experimentan o han experimentado complicaciones durante su embarazo, o que padecen problemas que requieren una atención médica regular. Las mujeres llegan a la casa de espera y, tras ser reconocidas por el personal sanitario de MSF, se quedan bajo observación para que en caso de requerir tratamiento urgente, se pueda actuar de inmediato. Los partos no complicados son asistidos por una comadrona de MSF en los centros de salud, y los que presentan complicaciones son referidos a los hospitales más cercanos. A día de hoy, cada una de estas casas de salud tiene una capacidad para 20 camas.
Desde que se abrió la casa de salud en Mejo a mediados del año pasado, ya han dado a luz con éxito 186 mujeres. Su satisfacción hace que trasmitan el mensaje a otras mujeres en sus comunidades. La mayoría de estas mujeres caminan hasta 8 ocho horas de sus aldeas a la casa de salud sólo porque saben que MSF está aquí y que recibirán una atención médica de calidad, declara la enfermera y comadrona de MSF en Aroressa, Eva Domínguez.
La casa de espera es una forma de animar a las mujeres a buscar asistencia médica para el parto y a reducir la mortalidad materno-infantil en la zona. Beneficia sobre todo a las más de 50.500 mujeres en edad reproductiva de la zona.
En ambos centros de salud MSF, en cooperación con el Ministerio de Sanidad etíope, practica controles pre y postnatales, ofrece servicios de planificación familiar y dispensa asistencia médica y psicológica a las víctimas de la violencia sexual.