Los equipos de MSF han empezado a asistir en Georgia y en el Cáucaso Norte a las personas desplazadas por el conflicto. A pesar del alto el fuego, siguen sin poder acceder a Osetia del Sur, la zona más afectada, para llevar a cabo una evaluación independiente de las necesidades.
Los combates han remitido en la región separatista georgiana de Osetia del Sur, y las partes en conflicto han llegado a un alto al fuego. El conflicto, corto y violento, ha desplazado a muchas personas en Georgia, Osetia del Sur y en la región rusa del Cáucaso Norte.
A día de hoy, MSF sigue sin poder acceder a Osetia del Sur, la zona donde comenzó el conflicto, para llevar a cabo una evaluación independiente de las necesidades y poder dar asistencia médica y humanitaria a la población si fuera necesario. Los equipos están negociando con las autoridades para conseguir un acceso seguro y sin obstáculos a la región.
En los últimos tres días en Georgia, MSF ha evaluado la situación en los campos donde se han reagrupado los desplazados en la ciudad de Tbilisi y sus alrededores donde hay unos 20 asentamientos y en la ciudad de Gori. En los 10 campos que MSF ha visitado por el momento, cientos de personas viven en edificios públicos, sin agua ni servicios sanitarios básicos. Equipo móviles de MSF ya ofrecen asistencia médica y material a unos 3.200 desplazados en ocho campos. Nuestros equipos seguirán visitando otros campos en la región.
Otro equipo de MSF que trabaja en la ciudad de Zugdidi, al oeste de Georgia, ha ido a evaluar la situación en la ciudad portuaria de Poti y en Adjaria, otra región costera. MSF ha podido comprobar que las autoridades sanitarias están manejando la situación. Sin embargo, la organización sigue preparada por si se necesita algún tipo de asistencia.
MSF sigue tratando la tuberculosis multirresistente a los medicamentos (MDR-TB) a través de sus programas en Sukhumi (Abjazia) y Zugdidi (Oeste de Georgia). Los equipos están preocupados, ya que algunos de sus pacientes del programa de Zugdidi se han visto forzados a interrumpir su tratamiento durante la fase más severa del conflicto, lo que podría tener efectos adversos en su enfermedad. La MDR-TB es altamente contagiosa y la interrupción de su tratamiento también supone un riesgo para aquellos que están cerca de los enfermos.
Miles de refugiados de Osetia del Sur han cruzado la frontera con Rusia huyendo de la violencia y han sido acomodados por las autoridades locales en las regiones que bordean Osetia del Sur. MSF ha visitado varios emplazamientos de refugiados en edificios públicos, como colegios e instalaciones sanitarias, en las regiones de Osetia del Norte y Kabardino-Balkaria. Las autoridades locales están haciendo frente a las necesidades más básicas junto con el gran apoyo de la comunidad.
MSF ha donado materiales de higiene y otros artículos en dos localizaciones de Nalchik, en Kabardino-Balkaria, donde 350 personas, de las cuales unas 200 son niños, se han refugiado. La organización sigue preparada para dar más asistencia a la población si fuera necesario.