Miles de hombres, mujeres y niños están varados entre Grecia y los Balcanes después de la repentina imposición de nuevas restricciones fronterizas para los refugiados afganos que tratan de llegar al centro de Europa por la ruta de los Balcanes occidentales. A los refugiados no se les está proporcionando información alguna, reciben poca o ninguna ayuda humanitaria y están completamente expuestos a sufrir episodios de violencia y abusos.
«Hemos denunciado en repetidas ocasiones las consecuencias humanitarias que tiene este efecto dominó, pero los Gobiernos europeos de los países que atraviesa esta ruta continúan inventando nuevos y arbitrarios criterios con el único objetivo de reducir el flujo de personas; lo hacen además a cualquier precio y sin compromiso alguno con las necesidades humanitarias«, afirma Aurelie Ponthieu, asesora humanitaria de Médicos Sin Fronteras sobre desplazamiento de poblaciones. «El fracaso de los Gobiernos europeos para encontrar respuestas colectivas y humanas sólo está provocando caos, arbitrariedad y discriminación«.
Las primeras restricciones de tránsito fueron implementadas en noviembre, cuando se decidió que sólo los nacionales sirios, iraquíes y afganos podrían desplazarse a través de los diferentes países de los Balcanes. Sin embargo, durante el fin de semana pasado, las autoridades de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria implementaron un nuevo conjunto de criterios con el fin de reducir aún más el flujo de refugiados y migrantes que cruzan sus territorios. Entre estas medidas, a los afganos – que constituyen el 30 por ciento de las llegadas a Grecia – se les negó el permiso para cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia y la frontera entre Macedonia y Serbia.
Varados entre fronteras o enviados de vuelta
Hoy martes 23 de febrero, 60 ciudadanos afganos fueron enviados de vuelta a ARYM por las autoridades serbias con el pretexto de que tenían que registrarse allí. Sin embargo, las autoridades de ARYM les han negado también el acceso a su territorio, lo que les deja literalmente atrapados en tierra de nadie y en un lugar al que no tienen acceso a los organismos de protección para los refugiados como ACNUR (Agencia de la ONU para los refugiados)
Mientras tanto, en Serbia, a cientos de personas, incluyendo mujeres y niños, se les ha impedido pasar a Croacia o han sido directamente devueltos a Serbia desde Croacia y Eslovenia. Alrededor de 1.000 personas se quedaron varados durante el fin de semana en las fronteras de Serbia, sin acceso a información fiable y con apenas acceso a la asistencia humanitaria más básica.
Los equipos de MSF fueron testigos el martes de maltratos por parte de la policía griega en Polykastro a refugiados afganos, incluyendo mujeres y niños que se oponían a ser conducidos a la fuerza a un autobús que los llevaría de regreso a Atenas. Este incidente es otro ejemplo inaceptable del aumento de la violencia de la que han sido testigos los equipos de MSF desde Noviembre, cuando se iniciaron las restricciones en esta zona. Desde entonces, los médicos de MSF han visto un aumento en el número de pacientes en Serbia que aducen haber sido víctimas de abusos por parte de traficantes y policía. En Idomeni, en la frontera entre Grecia y ARYM, MSF ha tratado a más de cien personas con heridas producto de maltratos, entre los que se incluyen mordeduras de perros de la policía de ARYM (Antigua República Yugoslava de Macedonia).
Una situación insostenible con consecuencias dramáticas
Incapaces de cruzar a ARYM, centenares de afganos están siendo enviados de Idomeni a Atenas, donde las estructuras de recepción están ya saturadas. El incremento de refugiados en el norte de Grecia ha creado un embotellamiento en el puerto de El Pireo, cerca de Atenas. La gente que llega al puerto no puede acceder al norte y no recibe ninguna información de alternativas.
“La situación es insostenible y sólo puede empeorar en los próximos días”, explica María Elisabeth Ingres, coordinadora de MSF en Grecia. “Grecia tiene la capacidad de albergar unas 3.700 personas, de las cuales sólo mil plazas son para gente en tránsito. El Gobierno está construyendo dos campos fuera de Atenas y de Tesalónica, pero no está claro cómo se van a gestionar. Si se bloquea la recepción a los afganos, el sistema quedará colapsado en sólo ocho días. Sin un plan de emergencia realista, la situación, que ya es de por sí catastrófica, sólo puede empeorar”.
En los pocos días que van de 2016, alrededor de 100.000 personas han llegado a las islas griegas y más de 320 se han ahogado al tratar de cruzar el mar Egeo. 2.000 personas al día arriesgan sus vidas tratando de llegar a Grecia, donde afrontan una cada vez más acuciante falta de ayuda y de protección.