En coordinación con las autoridades de salud y emergencia de Honduras, en Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos iniciado los servicios médicos dentro del ala de atención a pacientes severos de COVID-19, en el polideportivo de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH).
El espacio contará con 20 camas y nuestros equipos atenderán a aquellos pacientes con necesidad de oxígeno que sean referidos de los hospitales de la ciudad y de las otras dos alas del polideportivo, gestionadas por la Secretaría de Salud (SESAL) y COPECO, donde se atienden pacientes con COVID-19 con síntomas leves o asintomáticos, para evitar el colapso de los servicios hospitalarios en la capital hondureña.
En Honduras, hasta el 11 de junio, se contabilizaron 7.360 casos confirmados de COVID-19 de los cuales el 23% se registran en el departamento de Francisco Morazán, según cifras oficiales.
“Hemos trabajado en coordinación con la UNAH, COPECO, SESAL, Cancillería y el SINAGER para apoyar la respuesta a la emergencia COVID-19 en la ciudad de Tegucigalpa. En este sentido, buscamos que el centro preste atención médica de calidad para las personas que lo necesitan, cumpliendo con el objetivo de contribuir a descargar el sistema de salud”, comentó Jose Antonio Silva, coordinador de nuestro proyecto en Tegucigalpa.
Contaremos con equipos médicos, de enfermería, higienistas y equipo de logística, quienes tendrán todo el equipo de protección personal necesario para realizar su trabajo y evitar el riesgo de infección. Además los pacientes y sus familiares contarán con atención psicológica vía telefónica.
“Si bien hemos puesto todos nuestros esfuerzos en atender a pacientes positivos COVID-19 y aliviar los sistemas de salud, no hemos parado nuestras actividades regulares. Es más, las hemos adaptado para continuar brindando atención médica integral a personas sobrevivientes de violencia sexual y víctimas de otras situaciones de violencia”, agregó Silva.
Desde el inicio de la contingencia sanitaria en Honduras, abrimos una línea telefónica (99 22 7981) para atender a supervivientes de violencia y violencia sexual en temas de salud mental, problemáticas que se han agudizado durante estos últimos meses.