Dimos inicio a nuestras actividades en Sinuni, la ciudad más densamente poblada del distrito de Sinjar, después de observar que existían muy pocos servicios que fueran más allá de la atención primaria; y que los servicios de emergencia, maternidad y pediatría estaban notablemente ausentes.
Para quienes viven en el distrito de Sinjar, acceder a servicios de salud de calidad ha sido increíblemente difícil desde que el área fue tomada por el grupo Estado Islámico (EI) en 2014, y tras la subsecuente ofensiva militar para retomar el área.
«El acceso a la atención médica en Sinjar se ha visto drásticamente afectado por los severos daños a la infraestructura médica, el desplazamiento de profesionales sanitarios y la continua inseguridad en algunas zonas de la gobernación», comentó Morris N. Ramnaps, coordinador de terreno de MSF en Sinuni.
Desde julio de 2018, hemos apoyado al Hospital General de Sinuni con la rehabilitación y gestión del departamento para emergencias, incluyendo un servicio de ambulancia para referencias a atención de seguimiento y la única instalación de maternidad equipada con un quirófano en el área.
“El número de pacientes en la maternidad está aumentando desde que reabrimos el servicio. Ahora estamos viendo un promedio de 25 partos en nuestras instalaciones cada semana», explicó Priscillah Gitahi, líder del equipo médico de MSF en Sinuni.
Nuestros equipos también informaron que, debido a la historia de violencia en esta región de Irak, los Yezidis a veces se sienten incómodos y reacios a aceptar referencias médicas a centros remotos en ciudades como Mosul o Tal Afar.
Para finales de 2018, comenzaremos a brindar servicios de salud mental en Sinuni debido a la gran demanda y necesidad de asesoramiento psicológico relacionado con casos trauma, atención psiquiátrica y tratamiento farmacológico de enfermedades mentales en la región.
«MSF también está trabajando para aumentar el acceso a la atención terciaria de seguimiento, pues el 90% de las referencias de Sinjar a las instalaciones en otras regiones están respaldadas por MSF», explicó Ramnaps.
Desde que finalizó la ofensiva militar en noviembre de 2015, las personas han sido relativamente lentas en su regreso a Sinjar. Actualmente viven aproximadamente 100.000 personas en el distrito, en su mayoría miembros de la comunidad Yezidi. Antes de la crisis, el distrito tenía una población multiétnica de alrededor de 400.000 personas.
El lento retorno de la población a Sinjar se debe a varios factores, entre los que se incluyen la gran destrucción de infraestructura y viviendas en el distrito, especialmente en el lado sur del monte Sinjar, y el limitado acceso a servicios básicos de salud y educación.