Desde Turín a Milán, pasando por Florencia, Roma, Foggia y localidades fronterizas como Ventimiglia, Como, Gorizia y Bolzano, unos 10.000 solicitantes de asilo y titulares del derecho de protección internacional y humanitaria viven excluidos del sistema de acogida, según reflejamos en nuestro nuevo informe ‘En el ángulo muerto: migrantes y refugiados en Italia’.
¿Quiénes son? Son solicitantes de asilo, a quienes no se concede una plaza en un centro de recepción según queda dispuesto por ley o que la ven revocada de modo sumario, y refugiados que salen de los centros gubernamentales al final del procedimiento de asilo, pero a los que realidad no se facilitan herramientas para su integración social.
¿Cómo viven? Estas personas terminan viviendo en asentamientos informales, en la calle o en edificios abandonados en ciudades, en auténticas chabolas en zonas rurales, con escaso o nulo acceso a bienes de primera necesidad (un techo digno, comida suficiente, agua y electricidad) y a los servicios sociales y sanitarios locales.
Los desalojos forzosos, en línea con las recientes medidas de seguridad y decoro urbano y en ausencia de soluciones alternativas de vivienda, están llevando, especialmente en las ciudades, a la fragmentación de los asentamientos informales y al establecimiento de pequeños grupos de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en lugares cada vez más marginales.
En ocasiones, en los asentamientos informales y en entornos más estructurados también viven, junto a los migrantes, ciudadanos italianos que comparten las mismas condiciones de marginalidad.
Estos son los asentamientos informales que hemos visitado en Italia durante 2016 y 2017:
- Cifras: 47 emplazamientos informales en 12 regiones: Trentino-Alto Adigio (1), Calabria (5), Campania (2), Emilia-Romaña (1), Friuli-Venecia Julia (4), Lacio (11), Liguria (1), Lombardía (3), Piamonte (5), Apulia (7), Sicilia (6) y Toscana (1).
- Tipología: en el 53 % de los casos, los asentamientos son edificios abandonados u ocupados, espacios al aire libre (28%), tiendas de campaña (9%), chabolas (4%), casas en el campo (4%) y contenedores (2%).
- Servicios: más de la mitad de los asentamientos (55%) no tienen ni agua ni electricidad.
- Composición: el 53% de los asentamientos están habitados solo por hombres adultos, el 13% por hombres y mujeres, y en el 34% residen adultos y menores de edad. En 17 de los 47 asentamientos, se ha documentado la presencia de menores de 5 años.
- Nacionalidad: en los asentamientos hay personas de África subsahariana y del Cuerno de África, pero también de Siria, Irak, Pakistán, Afganistán. Algunos son recién llegados a Italia, mientras que otros llevan años residiendo en el país transalpino y, aun siendo titulares de alguna forma de protección internacional o humanitaria, siguen luchando por conseguir un empleo o una vivienda estable.
Ventimiglia, la frontera que mata
Desde finales de 2016, más de 20 personas han muerto tratando de salir de Italia; 15 de ellas han fallecido en la frontera con Francia. Muchas han perdido la vida en las montañas, en el llamado ‘paso de la muerte’, usado en el pasado por judíos que intentaban huir del país, partisanos y contrabandistas.
De los 287 adultos que hemos entrevistado en Ventimiglia entre el 28 de agosto y el 14 de septiembre de 2017, 131 afirmaron que habían tratado de cruzar la frontera con Francia. De ellos, 90 lo habían intentado entre 1 y 3 veces, 25 lo habían hecho en entre 4 y 7 ocasiones, y 8 personas habían emprendido el camino más de 12 veces. El 23,6% de los que trataron de cruzar la frontera también declararon haber sufrido al menos un acto de violencia por parte de hombres uniformados, italianos o franceses.
Posible integración
En algunas ciudades, en lugar de seguir la lógica de los desalojos forzosos, las instituciones locales han intentado mejorar las condiciones de los asentamientos informales (incluso dentro de los edificios ocupados).
En Turín, un edificio propiedad de los Misioneros de la Virgen de la Salette, inicialmente ocupado por unos 80 refugiados, se reestructuró con fondos privados y con la participación activa de los propios refugiados. Se ha convertido en un modelo de vivienda social autogestionada, específicamente destinada a personas en situación de vulnerabilidad.
Así mismo, MSF y la Autoridad Sanitaria Local (ASL) de Turín hemos firmado un acuerdo de colaboración para facilitar el acceso a la sanidad pública a más de 1.000 personas que viven en edificios ocupados en la antigua villa olímpica. El protocolo prevé que, tras la debida formación, algunos residentes desempeñen actividades laborales, tales como ser facilitadores lingüísticos y mediadores culturales de la propia ASL.
En Padua, los refugiados de un edificio ocupado en 2013 fueron reubicados en otras instalaciones e incluidos en programas de formación profesional y recolocación laboral; todo ello se ha llevado a cabo con la ayuda de instituciones y organismos sociales privados.
En Cosenza, se ha regularizado la situación de dos edificios que habían sido ocupados por italianos junto con migrantes y refugiados. Se trata de un edificio religioso y una escuela abandonada propiedad del municipio; en esta última se llevará a cabo un proyecto de autorecuperación que involucrará a los propios residentes.
La Autoridad Sanitaria Local Roma 2 lleva años impulsando programas de medicina general y orientación socio-sanitaria mediante unidades móviles en algunos de los asentamientos informales con mayor número de refugiados de la ciudad.
Todas estas iniciativas apuntan a la inclusión social de hombres, mujeres y niños que se encuentran al margen de la sociedad y en un estado de extrema vulnerabilidad.
Nuestras actividades en asentamientos informales
En Turín, en la antigua villa olímpica, nuestros equipos realizan actividades de orientación y acompañamiento a los servicios de salud locales en colaboración con la ASL.
En Como, nuestros compañeros llevan a cabo primeros auxilios psicológicos y distribución de kits de higiene, mantas, sacos de dormir en colaboración con voluntarios locales.
En Bolzano, distribuimos kits de higiene, mantas y sacos de dormir en colaboración con voluntarios locales.
En Udine, Gorizia y Pordenone, nuestros equipos distribuyen kits de higiene, mantas y sacos de dormir, también mediante voluntarios locales. Además, en Gorizia, instalamos carpas con calefacción para proporcionar abrigo.
En Ventimiglia, proporcionamos primeros auxilios psicológicos, salud materna y distribuye kits de higiene, mantas y sacos de dormir en colaboración con voluntarios locales
En Roma, contamos con una clínica móvil que brinda atención primaria; también proporcionamos primeros auxilios psicológicos y distribuimos kits de higiene.
En Bari, realizamos actividades de orientación y acompañamiento a los servicios locales de salud y, en Campobello di Mazara, nos centramos en la promoción de la salud y la distribución de kits de higiene.