Poco más de una semana tras la catástrofe, la organización presta asistencia médica en centros de evacuación, prepara distribuciones de artículos de higiene y evalúa las necesidades de atención de salud mental en las zonas siniestradas.
Durante los últimos siete días, MSF ha estado dispensando asistencia médica en los centros de evacuación de Minami Sanriku, en la prefectura de Miyagi, donde unos 10.000 damnificados han encontrado refugio en 20 centros de evacuación. Los principales problemas observados por los equipos médicos de la organización siguen siendo enfermedades crónicas, mayoritariamente entre personas de edad avanzada.
El Dr. Yoshitaka Nakagawa regresó el sábado tras pasar una semana con los equipos de MSF que se desplazan a las comunidades más remotas afectadas por el terremoto y el tsunami, a veces, tras largas caminatas. Uno de sus pacientes fue un anciano de 70 años que padecía una insuficiencia renal crónica y cuya salud se deterioraba con gran rapidez debido a la imposibilidad de acudir a la clínica para someterse a hemodiálisis.
Afortunadamente, su familia le había estado cuidando desde el terremoto y haciendo todo lo que estaba en su mano para ayudarle, controlando su peso y los niveles de azúcar en sangre, y asegurándose de que conservaba el apetito y que realizaba las actividades de costumbre, explica el Dr. Nakagawa, que pudo recetarle la medicación correcta y el tratamiento adaptado para estabilizarle. Ahora un equipo móvil de MSF se encarga del seguimiento de este paciente.
Al igual que los dos equipos móviles de MSF en Minami Sanriku, otro equipo ha estado evaluando las necesidades en las comunidades entre Kesennuma y Miyako, en la costa nororiental del país. MSF está considerando centrar sus actividades en los pacientes ancianos en Miyako y evaluará la situación en Rikuzentakada.
En las áreas visitadas por MSF en la prefectura de Miyagi, al noreste del país, la situación está evolucionando rápidamente a medida que las masivas actividades de ayuda nacionales se van abriendo paso hacia zonas hasta ahora inaccesibles y con la llegada de grandes cantidades de suministros.
Distribución de artículos de higiene y evaluación de salud mental
Mientras los equipos móviles de MSF siguen realizando consultas médicas en los centros de evacuación de la zona afectada, desde Tokio, la organización está atenta a otras necesidades concretas de los evacuados, como la demanda de artículos de higiene personal: jabón, cepillos de dientes, dentífrico y toallas.
Las condiciones de vida siguen siendo difíciles. Algunos centros de evacuación están abarrotados y, después de una semana tras la catástrofe, la gente empieza a necesitar artículos de higiene, declara Emmanuel Goue, coordinador de emergencias de MSF.
En los próximos días prevemos distribuir kits de higiene a los centros de evacuación para cubrir las necesidades de unas 10.000 personas en la región de Minami Sanriku, además de llevar a cabo nuestras actividades médicas habituales, añade Goue.
Una psicóloga se incorporó al equipo de MSF el sábado para valorar la necesidad de ampliar la respuesta y conocer los recursos disponibles en el terreno.
Los ancianos son los más vulnerables a este tipo de situaciones. Existe el profundo trauma experimentado a raíz del terremoto y del tsunami, afirma la psicóloga de MSF Ritsuko Nishimae, no obstante, también aparece un trauma más a medio plazo cuando los ancianos son evacuados de sus hogares a un nuevo emplazamiento. La mayoría de la gente tiene la capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias de vida, pero para la gente mayor esto resulta más difícil y necesitan más tiempo.
Antes del terremoto de la semana pasada, MSF tenía unas 40 personas trabajando en su oficina de Tokio. Hoy cuenta con un equipo adicional de cinco personas en la capital para trabajar en la emergencia y con otras 12 en el noreste del país, trabajando en la zona siniestrada.
Nota a los donantes y socios
La intervención de MSF será reducida y por el momento no se prevé ampliarla, dado el enorme y eficaz dispositivo de emergencia desplegado por las autoridades niponas.
Por este motivo, no hemos hecho ninguna petición extra de fondos ni estamos aceptando donaciones específicas para Japón.
Hasta el momento, estamos financiando nuestra intervención con los aportes regulares de nuestros socios y donantes, y las donaciones al Fondo de Emergencias de MSF, que nos permiten intervenir de forma inmediata y destinar los fondos a las crisis con más necesidades humanitarias sin cubrir, independientemente del interés mediático que susciten.
Sólo en el propio Japón estamos aceptando donaciones espontáneas de la sociedad civil japonesa, que expresa así su solidaridad y apoyo a los damnificados.
En el resto del mundo, estamos invitando a la población a hacerse socios de MSF o a realizar donaciones irrestrictas que, como siempre, nos permitirán responder en forma inmediata en cualquier parte donde haga falta.
Si aún no sos socio o socia de MSF, o para hacer una donación irrestricta, hacé clic aquí
Muchas gracias