El 26 de enero de 2022 cerramos una de nuestras mayores intervenciones en respuesta a las necesidades humanitarias y de salud de las personas refugiadas sirias en Jordania. Nuestras acciones en relación con la crisis de personas refugiadas sirias en este país empezó en 2013, con la apertura de un hospital de cirugía de emergencia en Ramtha para tratar a pacientes con heridas de guerra que cruzan la frontera desde el sur de Siria.
En 2014, abrimos una clínica de cuidados postoperatorios con capacidad de 40 camas en Zaatari, el campo para personas refugiadas más grande de Jordania. Posteriormente, gestionamos clínicas móviles en Rukban, en la frontera noreste de Jordania, para brindar atención a niños y niñas menores de cinco años y a mujeres embarazadas.
Después de una evaluación de las necesidades de las personas refugiadas sirias en Jordania, hemos proporcionado servicios gratuitos para la atención de enfermedades crónicas en la gobernación de Irbid, tanto para personas refugiadas sirias como para población jordana vulnerable. La COVID-19 también fue parte de esta intervención, pues cuando esta enfermedad llegó al campo de Zaatari en 2020, abrimos un centro de tratamiento de COVID-19 con capacidad de 30 camas dentro del campamento.
“Basándonos en el acceso mejorado al tratamiento para casos de enfermedades crónicas en Jordania, que también incluía a las personas refugiadas sirias, reorientamos nuestras prioridades. Hemos diseñado una estrategia de salida que involucra la movilización de otros actores y del Ministerio de Salud de Jordania para que se hagan cargo del trabajo que realizamos,” explica David Cantero Pérez, jefe de misión en Jordania.
Durante los últimos siete años, el programa de tratamiento de enfermedades crónicas atendió consultas médicas para un grupo de más de 5.500 pacientes. De esos pacientes, el 70% son personas refugiadas sirias y el 30% población jordana vulnerable. El programa brindó a sus pacientes atención holística basada en un enfoque centrado en ellos y ellas. Hemos ofrecido tratamiento para hipertensión, diabetes, asma, enfermedades cardiovasculares y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas. Desde el inicio del programa y hasta finales del 2021, nuestros equipos brindaron más de 80.000 consultas médicas, 70.000 sesiones de sensibilización en temas de salud, 10.000 sesiones de fisioterapia y 5.000 sesiones de apoyo psicosocial.
“Hemos hecho lo mejor para construir un modelo de atención integral a nuestros y nuestras pacientes. Nuestro enfoque no se limitaba a brindar consultas médicas. También incorporamos atención de enfermería, fisioterapia y apoyo a la salud mental con un gran énfasis en promoción de la salud, atención preventiva y la atención domiciliaria,” afirma Stefanie Christina Dittmann, coordinadora de proyectos en Irbid, en el norte de Jordania.
Durante los últimos nueve años, la Dra. Luna Hammad, coordinadora médica adjunta en Jordania, ha trabajado en la apertura y cierre de seis proyectos de MSF: “Todavía puedo recordar todos los desafíos que enfrentamos y los logros que celebramos en MSF como equipo,” afirma. “Fue un trabajo inmenso tratar de cubrir muchas dinámicas complejas que causan las crisis que enfrentan las personas refugiadas de Siria en Jordania. Pero sin duda, ha sido muy gratificante poder apoyar a nuestros pacientes durante los últimos años.”
“Atestiguar momentos en que se salvaron las vidas de las personas heridas por la guerra de Siria me ha impactado profundamente como persona. Realmente me mostró el impacto transformador del trabajo de Médicos Sin Fronteras, cuando las fronteras fueron abiertas y llegó una gran afluencia de personas heridas de guerra. En nuestro hospital de cirugía de emergencia en Ramtha, y en el transcurso de cuatro años, hemos atendido al menos a 2.700 pacientes heridos de guerra en la sala de urgencias, admitimos y tratamos a 1.842 pacientes, realizamos más de 3.700 cirugías mayores, más de 8.500 sesiones de fisioterapia, y brindado más de 5.900 sesiones de apoyo psicosocial,” explica la Dra. Luna.
Tanto la población siria como el sistema de salud en ese país todavía se ven afectados por una guerra que inicia su undécimo año. Desde MSF monitoreamos de cerca la situación de salud de las personas refugiadas sirias en Jordania y en los países vecinos, y mantenemos nuestro compromiso de brindar atención a las personas refugiadas de Siria en toda la región de Medio Oriente y a quienes se encuentran en movimiento. Al mismo tiempo, nuestros equipos se readaptarán al contexto cambiante en Siria y sus alrededores para continuar respondiendo a las crecientes necesidades humanitarias y médicas en un país devastado por la guerra. También continuaremos trabajando en Jordania tratando a las personas de la región con heridas de guerra, incluyendo a la población siria, en nuestro hospital de cirugía reconstructiva en Amman, que ha estado funcionando desde agosto de 2006.