La guerra en Sudán, activa desde hace 550 días, desencadenó una de las crisis humanitarias más devastadoras de las últimas décadas. Según la ONU, una de cada cinco personas ha sido desplazada, y la mitad de la población del país enfrenta una grave inseguridad alimentaria.
Contamos con más de 1.000 empleados que gestionan 15 hospitales, 9 centros de salud y clínicas móviles en Sudán. Gracias a los 35 millones de euros donados por la Fundación IKEA, estamos ampliando nuestra respuesta. A pesar de estos esfuerzos, las necesidades de la población siguen siendo abrumadoras y es urgente un aumento colectivo de la ayuda.
«Este donativo transformador de vidas nos permitirá responder a las necesidades médicas, brindando acceso a servicios de salud gratuitos y dando a las personas desplazadas la oportunidad de recibir tratamiento y vivir una vida saludable».
Alaa Ahmed, enfermera de MSF que trabaja en Sudán.
«La guerra en Sudán es una emergencia masiva y poco reportada», asevera Stephen Cornish, Director General del Centro Operativo de nuestra organización en Ginebra. «Estamos agradecidos con la Fundación IKEA y otros donantes que han apoyado al pueblo sudanés. Estamos decididos a proporcionar más tratamiento vital para quienes lo necesitan».
En respuesta a esta crisis en aumento, la Fundación IKEA, un socio de nuestra organización desde hace mucho tiempo, ha comprometido 35 millones de euros para ayudar a ampliar nuestros esfuerzos. Esta acción es parte del enfoque de la organización a emergencias poco reportadas.
“Esta es ahora una de las mayores crisis humanitarias del mundo», comenta Jessica Anderen, CEO de la Fundación IKEA. «Nos sentimos honrados por el trabajo que MSF está realizando para apoyar al pueblo sudanés e instamos a otros financiadores a unirse a nosotros en el apoyo a estos esfuerzos».
«Esta situación devastadora no está recibiendo la atención ni el financiamiento que merece. Es necesario hacer más para proporcionar apoyo crítico a los afectados», dice Hayley Kornblum, Gerente de Programas de la Fundación IKEA. «Nos enorgullece ver a otras organizaciones del sector privado, como la Fundación Mastercard, tomando medidas contundentes a través de donaciones a ACNUR, pero se necesita mucho más tanto del gobierno como del sector privado».
La guerra en Sudán ha desplazado a más de 10 millones de personas dentro del país. También ha obligado a casi tres millones más a buscar refugio en países vecinos, como Chad y Sudán del Sur. Más de la mitad de la población de Sudán, alrededor de 25.6 millones de personas, ahora enfrenta niveles críticos de inseguridad alimentaria, según la ONU.
Desde Médicos Sin Fronteras estamos ampliando nuestras actividades de apoyo y salvamento. Nos centramos en el tratamiento de niñas y niños en estado grave de desnutrición, y atendemos las necesidades de las personas desplazadas y refugiadas.
Además, proporcionamos servicios de agua y saneamiento, y garantizamos la entrega de ayuda esencial en los campamentos de refugiados, como el campo de tránsito Adré en Chad, donde nuestros equipos suministran más de un millón de litros de agua al día.