Impacto de la guerra en la salud mental de los desplazados en Líbano
Desde el 8 de octubre de 2023, más de 2.500 personas han muerto y más 11.800 han resultado heridas en Líbano, según el Ministerio de Sanidad. Solo en último mes, han perdido la vida más 1.500 personas.
La violencia y la destrucción que está presenciando la población pueden tener repercusiones duraderas en el bienestar psicológico y emocional, especialmente de los niños.
Innumerables niños en todo el país han tenido que crecer rápidamente bajo las duras realidades de la guerra. Han sufrido el desarraigo de sus hogares y la interrupción de su escolarización. Además, enfrentan la separación de sus amigos y la falta de acceso a necesidades básicas, como la alimentación y el alojamiento.
“Mi hija sólo tiene 14 años, pero con todas las dificultades que hemos tenido que afrontar, está reaccionando como una adulta a los bombardeos”, dice Ezdihar, una madre desplazada en Líbano. “Ha tenido que madurar rápidamente”.
El 28 de septiembre, Ezdihar cenaba con su familia cuando recibieron la alerta de un ataque inminente de las fuerzas israelíes. Su marido tuvo que ir a cuidar de su madre. Ezdihar abandonó su casa en los suburbios del sur de Beirut con sus hijos y, junto a unos vecinos, buscó refugio en el centro de la ciudad. Tras pasar una noche en la calle, se trasladaron al refugio Azarieh, un edificio comercial reconvertido que ahora alberga a unos 3.500 desplazados. En la actualidad, Ezdihar y su familia están entre los 1,2 millones de personas desplazadas por la guerra entre Hezbolá e Israel. Así lo informan las autoridades libanesas.
“Los niños conocen el avión como medio de transporte, pero no el concepto de lanzar bombas y hacer daño. No asocian el ruido de un avión con el peligro y no saben que tienen que ponerse a cubierto o serán testigos de la devastación, el polvo, los olores, la contaminación y polvo tóxico”.
Dra. Aida Hassouna, médica de MSF en Sidón.
Los desafíos de brindar atención mental en medio del conflicto
También los adultos necesitan apoyo en salud mental. Muchos de nuestros pacientes dicen sentirse abrumados y traumatizados por la constante amenaza de violencia. También expresan su profunda preocupación por su futuro en un entorno inestable.
El duelo por la pérdida de familiares y el dolor de la separación por el desplazamiento agravan aún más su angustia. Otros se preocupan por su salud crónica o por la posibilidad de perder un año escolar. Estas experiencias han tenido un impacto significativo en la salud mental de las personas.
“La gente manifiesta una gran necesidad de servicios de salud mental, sobre todo para poder afrontar las situaciones traumáticas”, afirma Amani Al Mashaqba, responsable de actividades de salud mental de MSF en la gobernación de Becá. “Está afectando a su vida cotidiana, desde alteraciones del sueño hasta pérdida de apetito”.
Nuestros equipos responden proporcionando atención primaria y de salud mental a los desplazados. Esto incluye primeros auxilios psicológicos y psicoeducación a través de unidades médicas móviles. Sin embargo, no siempre es fácil conseguir que la gente reconozca sus dificultades y exprese su vulnerabilidad.
Nuestros equipos de salud mental han observado que convencer a los jóvenes de que está bien experimentar emociones es un reto. Esto se debe a que a menudo se les enseña a reprimir sus sentimientos.
Línea de ayuda telefónica
Para ampliar aún más este apoyo, hemos puesto en marcha una línea de ayuda telefónica. A través de ella, las personas pueden recibir asistencia de psicólogos clínicos. Estos profesionales ayudan a gestionar los síntomas relacionados con el trauma, como la ansiedad y el duelo. La línea de ayuda telefónica permite llegar a quienes no pueden acceder a los servicios en persona.
Esto es especialmente importante en el sur del Líbano, donde los intensos bombardeos y las restricciones de movilidad dificultan los desplazamientos. Esta accesibilidad es crucial, ya que muchas personas enfrentan barreras para acceder a la atención. Entre estas barreras se encuentran el elevado coste del transporte y el estigma cultural que rodea a la salud mental.
En total, la línea de ayuda telefónica ha recibido casi 300 llamadas sobre salud mental, la mayoría en las dos últimas semanas.
Muchos de los que llaman a la línea de ayuda son padres. Se enfrentan a dificultades para ayudar a sus hijos a sobrellevar la guerra. A menudo notan cambios en el comportamiento de sus hijos. Los padres se esfuerzan por explicar los aterradores sonidos de las bombas y los disparos. A veces, recurren a explicaciones engañosas para tranquilizarlos. Por ejemplo, les dicen que los sonidos son como los »disparos alegres» que se hacen en una boda.
La importancia del apoyo emocional
Nuestros psicólogos equipan a los padres con estrategias para comunicarse honestamente y crear espacios seguros para que sus hijos expresen sus sentimientos.
“Aunque hay que ser realistas con la situación, también hay que normalizar sus sentimientos”, explica Al Mashaqba. “Es importante que los padres escuchen a sus hijos y entiendan cómo les afectan los sonidos. Pueden animar a los niños a compartir sus sentimientos dibujando o hablando”.
“Muchos de los niños que acuden a nuestra clínica están en estado de shock. Por mi formación médica, sé que estos niños arrastrarán este trauma en el futuro. Tendrá un impacto, porque han visto cómo se destruían sus hogares, sus parientes y familiares asesinados delante de sus ojos”.
Dra. Aida Hassouna, médica de MSF en Sidón
Ofrecemos apoyo mental y médico a los desplazados en todo Líbano
- Los equipos móviles han facilitado sesiones grupales de primeros auxilios psicológicos a casi 7.200 personas hasta el 28 de octubre. Además, más de 998 personas se han beneficiado de sesiones individuales de salud mental.
- La línea de ayuda en salud mental ha atendido 351 llamadas, proporcionando apoyo adicional en momentos de alta vulnerabilidad.
- En cuanto a la atención médica, se han realizado 8.281 consultas.
- Además de estos servicios de salud, los equipos han distribuido artículos de primera necesidad, como colchones y kits de higiene, beneficiando a más de 11.036 personas desplazadas. En total, se entregaron 7.349 mantas y 6.050 colchones para mejorar las condiciones de alojamiento, y se distribuyeron 7.432 comidas para apoyar a las familias en situación crítica.
- A través de nuestro programa de suministro de agua, se han distribuido 79.504 litros de agua potable y 66.780 litros adicionales para refugios mediante camiones cisterna.
- Para garantizar el funcionamiento de hospitales en zonas de conflicto, se distribuyeron 34.500 litros de combustible diésel.
- Asimismo, se donaron 1.328 kg de suministros médicos y no médicos a hospitales, instalaciones médicas y refugios para cubrir las necesidades urgentes de la población.
Accesibilidad y barreras para la atención de salud mental en tiempos de crisis
Esta guerra se produce tras una prolongada crisis económica que ha dejado a más del 80% de la población libanesa viviendo por debajo del umbral de pobreza y necesitada de ayuda urgente. El sector sanitario se enfrenta a graves problemas: los servicios públicos se deterioran cada vez más y la sanidad privada es cada vez más inasequible.
“Uno de mis psicólogos me contó que cuando una mujer se enteró de que nuestros servicios son gratuitos, se echó a llorar”, señaló Al Mashaqba. “La gente no está acostumbrada a tener acceso a este tipo de recursos sin la carga económica”.
Además, Líbano acoge a un importante número de refugiados, entre ellos 1,5 millones de sirios y más de 200.000 palestinos, muchos de los cuales se han enfrentado a repetidos desplazamientos. “Algunos me han dicho que preferirían morir antes que experimentar de nuevo el trauma de ser refugiados”, afirma Al Mashaqba.