Equipos móviles de MSF dan apoyo a las desbordadas estructuras de salud liberianas por la llegada masiva de refugiados marfileños tras las tensiones postelectorales en el país vecino.
Desde principios de diciembre de 2010, a raíz de las tensiones y la violencia tras las elecciones en Costa de Marfil, decenas de miles de personas han buscado refugio en la frontera de Liberia. Se estima que más de 38.000 marfileños, sobre todo mujeres y niños, se encuentran actualmente en el condado liberiano de Nimba, en la frontera con el país vecino. Ahora ya no está llegando tanta gente, pero la afluencia masiva de refugiados ha desbordado las estructuras y las necesidades médicas han aumentado considerablemente. Hemos hecho seguimiento de la situación durante varias semanas y viendo qué apoyo podíamos ofrecer, explica Helga Ritter, representante de MSF en Liberia. Hemos identificado cuatro emplazamientos del condado donde la población local y refugiada necesita asistencia. Nuestros equipos móviles visitan cada localidad una vez por semana.
Además de los servicios de salud primaria gratuita dispensados a residentes y refugiados, el equipo ha puesto en marcha un sistema de referencias para los pacientes que necesitan ser atendidos en uno de los dos hospitales del condado de Nimba. Las principales afecciones tratadas por el equipo son infecciones respiratorias, diarreas y casos de malaria, con una media de 120 consultas diarias.
Los marfileños han buscado refugio en unas 70 localidades a lo largo de la frontera, cuenta Katrin Kisswani, coordinadora del proyecto de MSF. Dicen que han huido de su país por temor a la violencia. Se alojan en casas de familiares; en algunos lugares les han dado una vivienda; y en otras partes se refugian bajo lonas de plástico. Es una situación difícil para ellos y supone una carga adicional para las familias residentes que ya vivían a duras penas sin apenas recursos y en precarias condiciones.
Movilidad adaptada a las necesidades
En la ciudad de Bahn, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) acaba de abrir un campo con capacidad para 15.000 personas destinado a alojar una parte de los refugiados que han permanecido en casas de familiares durante más de dos meses. Un equipo de MSF comprueba el estado de salud de los refugiados que llegan al campo, les ofrece atención médica cuando es necesario y vacuna a los niños menores de 15 años de sarampión. La organización también da apoyo técnico y suministra medicamentos gratuitos al centro del Ministerio de Salud en Bahn.
La extensión del área donde se han asentado los refugiados supone un desafío para MSF. Siendo móviles, intentamos controlar lo mejor posible la situación médica de los refugiados y la capacidad de los servicios de salud locales para hacer frente a esta llegada masiva de pacientes, afirma Katrin Kisswani. Estamos preparados para cambiar el itinerario de nuestras clínicas móviles y para desplegar una mayor respuesta médica si es necesario.
Al otro lado de la frontera, en Duékoué, al oeste de Costa de Marfil, equipos de MSF también dispensan atención médica a los habitantes de la región y a las personas desplazadas por la violencia postelectoral.
MSF trabaja en Liberia desde 1990. En junio de 2010, traspasó su último proyecto hospitalario a las autoridades locales. Actualmente, la organización continúa trabajando en Monrovia, la capital del país, dando apoyo al Ministerio de Salud y Bienestar Social en materia de atención a víctimas de violencia sexual.