Los casos de malaria se disparan en República Democrática del Congo (RDC). El masivo brote de la enfermedad está desbordando la capacidad de prevención y tratamiento en el país africano, por lo que urge una respuesta inmediata tanto del Gobierno congoleño como de otros actores nacionales e internacionales especializados en salud, según alerta la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) al conmemorarse el Día Mundial de la Malaria.
La mayor parte de los centros de salud y hospitales gestionados por MSF en RDC han registrado un importante aumento de los casos de malaria, incluyendo muchos casos de malaria severa. En algunas estructuras situadas en seis provincias del este del país (la mitad del territorio congoleño), la cifra de pacientes con malaria tratados anualmente por MSF ha llegado a triplicarse en apenas tres años. Este masivo aumento en el número de casos es especialmente alarmante debido al elevado número de pacientes con malaria severa que necesitan ser hospitalizados y sometidos a trasfusiones urgentes de sangre debido a la anemia. En la RDC, la malaria es la principal causa de morbilidad y una de las principales causas de mortalidad infantil.
No es normal ver una proporción tan elevada de pacientes con malaria severa, explica el doctor Jorgen Stassijns, especialista en malaria de MSF. La capacidad de tratamiento fuera de las ciudades es muy reducida, ya que el tratamiento muchas veces no está disponible y los pacientes se encuentran en zonas de difícil acceso. En algunas áreas, la atención médica sencillamente no existe añade . E incluso cuando el tratamiento está disponible, los medicamentos a veces son inadecuados o están obsoletos.
En respuesta a este brote masivo, MSF ha desplegado equipos de emergencia adicionales en cuatro provincias (casi la mitad del territorio del país). En 2009, los equipos de la organización ya trataron a más de 45.000 pacientes con malaria, mientras que en 2011 fueron 158.000. En lo que va de año 2012, ya han sido atendidos 85.000 pacientes.
Las causas exactas de este aumento en el número de casos se desconocen. En todo caso, esta nueva crisis recae sobre un sistema de salud que sufre de graves carencias a todos los niveles: faltan medicamentos adecuados, suministros médicos y personal formado. En lo relativo a la malaria, los sistemas de prevención y seguimiento son deficientes.
En las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, así como más recientemente en la zona norte de la provincia de Katanga, la constante inseguridad y la reanudación de los enfrentamientos armados impiden el acceso de la población a la atención médica.
La intervención de emergencia de MSF está salvando vidas en el plazo inmediato, pero a largo plazo la organización no puede hacer frente a esta crisis en solitario. MSF hace un llamamiento al Gobierno congoleño y a las organizaciones nacionales e internacionales especializadas en salud para que adopten medidas urgentes y sostenibles para mejorar la prevención y el tratamiento de la malaria en RDC.
La malaria es una enfermedad olvidada a pesar de que afecta a millones de personas, principalmente en el continente africano. Sólo en 2011 se produjeron 655.000 muertes a causa de esta enfermedad.
El año pasado, MSF proporcionó tratamiento contra la malaria a más de un millón de personas en todo el mundo. El 86% de los casos se dan en niños menores de 5 años. Anualmente, unos ocho millones de casos de malaria simple se convierten en malaria severa: los pacientes presentan síntomas clínicos como daños en órganos vitales como el cerebro, los pulmones, los riñones o los vasos sanguíneos.